Sean Payton, entrenador de los New Orleans Saints, y otros dirigentes de ese club, fueron suspendidos este miércoles por la Liga Nacional de Football Americano (NFL) por implementar un esquema que remuneraba a sus jugadores por lesionar a sus rivales en el campo.
Payton, que guió a los Saint al título de un Superbowl en 2010, fue suspendido por el resto de la temporada 2012, una de las sanciones más duras impuestas a un técnico en la historia de la NFL.
También fue suspendido indefinidamente Gregg Williams, ex coordinador defensivo de los Saints y actualmente con el mismo cargo en los St. Louis Rams, y quien creó el programa de “pago por lesiones” que corrió de 2009 a 2011.
El gerente general de los Saints, Mickey Loomis, fue inhabilitado para los primeros ocho partidos de la campaña 2012, mientras el asistente de Payton, Joe Vitt, fue suspendido por los seis partidos iniciales de la misma campaña.
“Todos somos responsables de la salud del jugador y la seguridad y la integridad del juego”, dijo el comisionado de la NFL, Roger Goodell.
“No vamos a tolerar la conducta o una cultura que socava esas prioridades. Nadie está por encima del juego o las normas que lo rigen. El respeto por el juego y las personas que participan en él no se verá comprometido”, añadió el máximo dirigente de la Liga de Football Americano.
Goodell dijo que seguirán las investigaciones para determinar las responsabilidades individuales de los jugadores que participaron en este esquema.
“Estoy profundamente preocupado por el hecho de que los jugadores, incluyendo a los líderes entre los jugadores defensivos, hayan adoptado este programa con tanto entusiasmo y participado con lo que parece haber sido una deliberada falta de preocupación por el bienestar de sus compañeros”, indicó el comisionado.
Una investigación encubierta de la NFL, que puso al descubierto el programa de recompensas a principios de este mes, reveló que entre 22 y 27 jugadores de los Saints recibieron miles de dólares en pagos por darle golpes sucios a los jugadores rivales.
La NFL indicó que las víctimas favoritas de los no tan santos jugadores de New Orleans era los ahora retirados mariscales de campo Brett Favre y Kurt Warner, además de los actuales Cam Newton, de Carolina Panthers, y Aaron Rodgers, de Green Bay Packets.