Unos 2.300 militares salieron a patrullar las cuatro ciudades más pobladas de Bolivia para frenar la delincuencia común, siguiendo el reclamo de la población de detener el crimen callejero, informó el ministro de Defensa en declaraciones a prensa local este sábado.
El objetivo de mover desde la noche del viernes a un total de 2.337 soldados y oficiales “es neutralizar la inseguridad ciudadana en las cuatro principales ciudades del país” y “materializar las propuestas y demandas de la población para luchar contra el delito”, afirmó el ministro Rubén Saavedra, titular de Defensa.
De acuerdo a un reporte de este despacho gubernamental se enviaron 412 efectivos a La Paz, 547 a la vecina ciudad de El Alto (oeste), 839 a Cochabamba (centro) y 539 a Santa Cruz (este), que concentran más del 65% de los 10 millones de habitantes del país.
El ministro Saavedra dijo que “se está haciendo un trabajo de coordinación con la Policía” y que la presencia militar no la suplantará en sus roles ni funciones.
En los últimos días se produjeron sonados casos de atracos que finalizaron con muertes, entre ellos los de dos periodistas hermanos aymaras en El Alto, lo que desencadenó marchas y bloqueos de carreteras para exigir al gobierno del presidente Evo Morales justicia y más seguridad.
Incluso algunos pobladores y sindicatos de vecinos han planteado la pena de muerte para asesinos y violadores, una figura legal prohibida en la Constitución.
En las dos últimas semanas se han registrado en varios puntos del país el linchamiento de tres delincuentes y otros intentos que la policía logró frenar a tiempo.