Hace 50 años, el 18 de marzo de 1962, la firma de los acuerdos de Evian entre el gobierno francés y el Frente de Liberación Nacional argelino (FLN) pusieron fin a la guerra de Argelia y abrieron el camino a la independencia de este país tras 132 años de colonización.

“Hay que evitar soplar sobre las brasas”: la expresión utilizada por un diplomático francés resume perfectamente la voluntad de Francia de abordar este aniversario con un “espíritu de moderación”.

Los franceses se sienten aliviados por el hecho de que ese punto de vista es compartido por las autoridades argelinas. Se trata de no reavivar las tensiones en un relación difícil, marcada por 130 años de colonización y siete años y medio de guerra.

El conflicto dejó cerca de 400.000 muertos, argelinos en su mayoría, según los historiadores franceses, y un millón y medio según las autoridades argelinas.

El canciller francés, Alain Juppé, recordó recientemente que el presidente argelino Abdelaziz Buteflika dijo el año pasado que compartía su punto de vista: “mirar hacia el porvenir” y abordar este cincuentenario “con un espíritu de moderación, tratando de evitar los extremismos de cualquier lado”.

Esa actitud fue confirmada durante varios encuentros bilaterales. En ambos países, el calendario electoral contribuyó a esa voluntad de moderación. Los franceses votarán el 22 de abril y el 6 de mayo para elegir presidente, los argelinos harán lo propio el 10 de mayo en los comicios legislativos.

“Nuestra preocupación es actuar de manera que se eviten desbordes en contextos muy volátiles y propicios a la pugna, que podrían ser explotados”. “Hasta ahora hemos controlado las cosas”, declaró un diplomático francés.

En campaña por su reelección, el presidente Nicolas Sarkozy indicó empero que no había que esperar declaraciones de arrepentimiento por parte de Francia.

“Se cometieron atrocidades en ambos lados. Esos abusos, esas atrocidades fueron y deben ser condenados, pero Francia no puede arrepentirse de haber llevado a cabo esa guerra”, dijo.

El cincuentenario se prepara pero “no se conmemora”, se señala en París. No habrá “grandes ceremonias” y se deja a la sociedad civil, a los científicos y a los historiadores la tarea de “tratar las historias de memoria”.

Francia designó al embajador Hubert Colin de Verdière, que estuvo acreditado dos veces en Argel, para que se encargue de elaborar una lista de los actos previstos en París y en otras ciudades francesas, y hacer el enlace con Argelia.

París espera que hayan pasado las elecciones para “ver más fácilmente las cosas”, en palabras de un diplomático. Hasta entonces “estamos en un sistema de vela, de media luz”.

Esta frase remite a otra, dicha en Argelia: “Más vale celebrar esto con velas que con llamaradas”, escribió el editorialista Kamel Daud en Le Quotidien d’Oran.

El historiador Benjamin Stora estima que “es un aniversario que hay que tratar de pasar lo más rápidamente posible, también del lado francés. Está la presidencial, se quiere hacer votar a todo el mundo. El gran reto es no ofender a nadie”.

La discreción de las autoridades contrasta con la actitud de la sociedad civil y las asociaciones en Francia, donde se han programado numerosos actos, conferencias, exposiciones, publicaciones de libros y películas sobre el tema.

En ocasión del 50 aniversario de los acuerdos de Evian, el 18 de marzo de 1962, que fueron el preludio de la independencia de Argelia, declarada el 5 de julio de ese año, el canal público France 2 difundió, por ejemplo, el 11 de marzo en hora de gran escucha un documental titulado “Guerra de Argelia, el desgarramiento”.

“Conmemoración silenciosa por parte de los Estados, pero en cambio una gran demanda de memoria histórica por parte de las sociedades y de las jóvenes generaciones, que quiere saber lo que ocurrió”, constata Benjamin Stora.