El británico Andy Murray, cuarto cabeza de serie, se clasificó por tercer año consecutivo para las semifinales del Abierto de Australia de tenis, tras derrotar al japonés Kei Nishikori (N.24) en tres sets, por 6-3, 6-3 y 6-1, este miércoles en Melbourne.

Será además su quinta semifinal seguida en un torneo del Grand Slam y el escocés, finalista en Australia los dos últimos años, tendrá como próximo rival al ganador del duelo entre el serbio Novak Djokovic, número uno del mundo y vigente campeón, y el español David Ferrer (N.5).

La otra semifinal enfrentará el jueves al español Rafael Nadal (N.2) con el suizo Roger Federer (N.3).

Nishikori, de 22 años, se queda por lo tanto en puertas de ser el primer japonés en avanzar a semifinales de una cita del Grand Slam en la ‘era Open’ (desde 1968), pero podrá consolarse con su entrada en el ‘top 20′ de la lista ATP en la clasificación del lunes 30, por primera vez en su carrera.

El jugador nipón ha firmado un gran torneo, pero en el choque de cuartos ante Murray se vio claramente superado, especialmente en el tercer set, donde se hundió físicamente.

Nishikori falló en los momentos claves, consiguiendo sólo aprovechar dos bolas de rotura de servicio de diez posibles, y con su segundo saque sólo consiguió ganar un 37% de los puntos.

Murray, que en octubre sólo había perdido tres juegos ante Nishikori en su duelo de octubre en el Masters 1000 de Shanghai, estuvo muy acertado, a pesar de sus puntuales pérdidas de concentración.

“Estuve un poco más sólido que él y probablemente tenía más fuerzas en la reserva. Él había jugado tres partidos largos y con su estilo de juego necesita intercambios de bolas más largos, eso fue una ventaja para mí hoy”, explicó el jugador británico.

“He golpeado bien la bola. Podría haber sacado mejor, eso seguro. Tendré que sacar mejor en el próximo partido, pero he devuelto bien, he golpeado bien la bola desde el fondo de la pista, he subido bien a la red. Estuvo bien”, resumió.

Este encuentro permitió que el público de Melbourne disfrutara de intercambios espectaculares y constantes bolas de ‘break’, que en el caso de Murray fueron de hasta 18, siete de las cuales fueron aprovechadas.

El escocés, que ha ganado cinco de los ocho últimos torneos en los que ha participado, entre ellos este mes el de Brisbane, dio un paso más en su objetivo de dejar de ser el único de los cuatro primeros del mundo que no conoce lo que es ganar un Grand Slam.

Tras perder un set ante el estadounidense Ryan Harrison en la primera ronda, ha ganado todas sus mangas posteriores en Melbourne y sólo ha perdido 24 juegos en los últimos cuatro partidos.