El desbordamiento de una represa hidroeléctrica en el Caribe norte de Nicaragua, parcialmente dañada por las lluvias, fue controlado y sus aguas “ya no representan mayores riesgos” para las comunidades de la zona, informó este domingo la compañía Hemco, propietaria del dique.
“La situación de la presa hidroeléctrica Siempre Viva se ha estabilizado. El nivel de agua bajó a niveles que ya no representan mayores riesgos”, informó HEMCO, de capitales canadienses, en un comunicado.
Según la empresa, durante una inspección se determinó que la infraestructura de la represa no sufrió daños “como inicialmente se pensó” y que expertos realizarán “estudios con el fin de evaluar lo sucedido y prevenir futuros incidentes”, indica la nota.
El sábado, el gobierno, señaló que la represa comenzó a subir de nivel la noche del jueves debido a una fisura, provocada por fuertes lluvias.
No obstante, durante una visita al lugar, autoridades del gobierno y especialistas de HEMCO comprobaron este domingo que lo que se rompió fue una de las partes del “muro del embalse” de la represa debido a las lluvias, indica el gobierno en su página web ’19 de Julio’.
El incidente ocurrió en Bonanza, un municipio minero ubicado en las montañas de la Región Autónoma del Atlántico Norte (RAAN, 500 Km al noreste de Managua), donde las autoridades municipales habían declarado alerta roja.
Según la primera dama y portavoz oficial, Rosario Murillo, se evacuaron unas 1.000 personas, mientras que HEMCO dijo en su comunicado que solo fueron 558.
La presa “Siempre Viva” pertenece a Hemco, de capital canadiense, que se dedica a la explotación de oro y metales en Bonanza desde 1995 y hace dos años asumió el proyecto hidroeléctrico.