El Reino Unido se declaró este miércoles “muy preocupado” por la decisión de los países del Mercosur de impedir que barcos con pabellón de las Falklands (Malvinas) recalen en sus puertos, al estimar que esta declaración no tenía “ninguna justificación”.
“Estamos muy preocupados por este último intento de Argentina para aislar a la población de las islas Falkland (denominación británica de las Malvinas) y dañar sus sustentos, que no tiene ninguna justificación”, declaró el ministerio británico de Relaciones Exteriores.
“No está inmediatamente claro qué impacto práctico, si alguno, tendrá esta declaración, que refleja el lenguaje ya utilizado por la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) en 2010. Estamos discutiendo esto urgentemente con países en la región”, agregó en un comunicado.
“Pero nadie debe dudar de nuestra determinación de proteger el derecho de los habitantes de las Falklands a determinar su propio futuro político”, concluyó la declaración del ministerio.
Los países del Mercosur con costas -Argentina, Brasil y Uruguay- acordaron el martes impedir que barcos con bandera de Malvinas recalen en sus puertos, en la cumbre del bloque que se celebra en Montevideo.
La declaración establece que éstos adoptarán “todas las medidas susceptibles de ser reglamentadas para impedir el ingreso a sus puertos de los buques que enarbolen la bandera ilegal de las Islas Malvinas”.
Además, aquellas embarcaciones que hayan sido rechazadas por ese motivo en algún puerto de la región “evitarán solicitar el ingreso a otros puertos de los demás Estados parte del Mercosur y Estados asociados mientras sean portadoras de dicha bandera”.
Además de Argentina, Brasil y Uruguay, el Mercosur incluye a Paraguay (país mediterráneo), mientras que sus asociados con costas son Ecuador, Perú, Colombia y Chile. Venezuela, también costero, está en proceso de adhesión.
La soberanía de las islas Malvinas, situadas a unas 400 millas marinas de la costa de Argentina y ocupadas por el Reino Unido desde 1833, ha sido reclamada con insistencia por Argentina ante la ONU y otros organismos internacionales.
En 1982, el Reino Unido y Argentina libraron una corta pero sangrienta guerra por la soberanía de las islas. El conflicto, que duró 74 días, costó la vida 255 británicos y 649 argentinos, y terminó con la rendición de las tropas argentinas que habían ocupado el archipiélago austral.