La Liga Árabe anunció que planea someter al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el protocolo para una salida de crisis en Siria, donde la represión de las protestas, que dejó 23 muertos este sábado, no da respiro a pesar de la presión internacional cada vez más importante.

Reunido en Doha, el comité ministerial de la Liga Árabe sobre Siria propuso someter al Consejo de Seguridad el plan de la organización panárabe para poner fin a nueve meses de crisis en Siria, que dejaron al menos 5.000 muertos según la ONU.

Los cancilleres de la Liga Árabe se reunirán el miércoles en El Cairo para discutir la propuesta, dijo el primer ministro de Qatar, Hamad Ben Jasem Al Thani, que luego del encuentro ministerial acusó a Damasco de “aplazar” la propuesta de la Liga Árabe de enviar una misión de observación a Siria.

El comité ministerial se reunió en Doha luego de que Rusia propusiera por sorpresa un proyecto de resolución al Consejo de Seguridad.

La decisión de someter la propuesta a la ONU está destinada a “hacer adoptar las decisiones árabes antes que otras”, agregó el jeque Hamad en referencia al proyecto ruso, juzgado poco severo por varias potencias occidentales ya que no condena con suficiente firmeza al régimen de Damasco ni respalda lo suficiente las medidas tomadas por la Liga Árabe contra Siria.

El jeque Hamad, que también es el canciller de Qatar, dijo: “No hay esperanzas de hallar una salida a la crisis. Usamos todos los caminos posibles, (pero) queda claro que se está aplazando” la decisión sobre la propuesta de la Liga Árabe por Damasco.

Advirtió además que la Liga Árabe acudirá al Consejo de Seguridad si Damasco persiste en negarse a autorizar el ingreso de observadores al país para monitorear la protección de los civiles.

El bloque panárabe intenta persuadir a Damasco que reciba observadores para monitorear la situación, como parte de un plan para poner fin al baño de sangre en Siria.

El protocolo propuesto por la Liga Árabe fue objeto de varios ultimátum de parte de esta organización que adoptó el 27 de noviembre sanciones contra Damasco.

Entretanto, una delegación iraquí encabezada por el consejero de seguridad nacional de ese país, Falah al Fayadh, regresó este sábado a El Cairo a la sede de la Liga Árabe luego de reunirse con el presidente Bashar al Asad.

“Continuamos nuestros esfuerzos para llegar a un acuerdo con las autoridades y la oposición siria. Es muy pronto para hablar de resultados”, dijo a la AFP al llegar a Egipto insistiendo en que “la posición iraquí apunta a encontrar soluciones pacíficas que respeten la voluntad del pueblo sirio”.

La agencia oficial siria SANA indicó que Asad “expresó su gratitud por los honestos esfuerzos que llevan a cabo algunos países árabes, en particular Irak, para ayudar a Siria a salir” de la crisis.

Unos 200 miembros del opositor Consejo Nacional Sirio se reunieron por segundo día consecutivo en Túnez en un encuentro a puertas cerradas destinado a elaborar una estrategia para derrocar al régimen de Asad.

En el terreno 27 personas murieron este sábado en Siria, de las cuales tres niños, en operaciones de las fuerzas de seguridad del régimen, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH, con sede en Londres).

Ocho civiles murieron en operaciones en el pueblo de Kafarshams, cerca de Deraa (sur), en donde comenzó la revuelta contra Asad a mediados de marzo.

En la región de Homs (centro) seis civiles murieron en Quseir por disparos de las fuerzas de seguridad y francotiradores y una niña de 7 años murió por disparos en Al Hula.

En Homs, cinco civiles murieron por disparos y un sexto civil murió por efectos de las torturas que le infligieron, agregó el OSDH sin precisar las circunstancias de esta última muerte.

En la región de Idleb (noroeste), cinco civiles murieron, dos de ellos niños, por disparos de las fuerzas de seguridad.

Otro civil murió por disparos de uniformados leales en Zabadani, en los alrededores de Damasco, según la misma fuente.