Pakistán mantuvo el jueves su postura y acusó a las fuerzas lideradas por Estados Unidos de efectuar un ataque aéreo deliberado que mató a 24 soldados y que llevó a la capital paquistaní, Islamabad, a cerrar rutas clave de abastecimiento de la OTAN hacia Afganistán.
La embajada paquistaní en Washington invitó a periodistas a una rueda de prensa donde los funcionarios mostraron imágenes y mapas para sustentar la postura de aquel país, a pesar de que Estados Unidos insiste que los ataques del 26 de noviembre fueron un lamentable accidente.
Un diplomático paquistaní, dijo que “las fuerzas de la OTAN no tenían por qué confundir dos puestos de control en la frontera afgana con bases de grupos extremistas como los talibanes ya que se ubicaban en terrenos elevados y poseían infraestructuras”, aseguró.
“Es algo que no tiene ningún sentido para mí, dado el grado de coordinación que tenemos, el grado de información que compartimos, el hecho de que estos puestos son conocidos por ambas partes”, dijo un funcionario que pidió no ser identificado.