El francés Romain Grosjean, que será piloto titular en el seno de la escudería Lotus (ex-Lotus Renault) en 2012, al lado del finlandés Kimi Raikkonen, se ha convertido en la nueva esperanza francesa en el Mundial de Fórmula 1 para la próxima temporada.
A sus 25 años, Grosjean disputará una campaña completa, en un equipo que ha recuperado su ambición.
El piloto quiere dejar atrás sus primeros pasos en la competición en la temporada 2009, cuando fue casi invisible en sus siete carreras en la entonces escudería Renault, al lado del español Fernando Alonso, ahora en Ferrari.
“Tengo una gran sonrisa en la cara con la perspectiva de encontrarme al volante del monoplaza el próximo año. Me siento verdaderamente privilegiado por tener esta oportunidad”, afirmó Grosjean en un comunicado de prensa publicado el viernes.
“Es un sueño hecho realidad”, señaló el franco-suizo de manera serena y distendida. Además agradeció a la compañía petrolera francesa Total por ayudar en la balanza económica y financiera del equipo en su papel de socio de Lotus-Renault GP.
En 2009 Renault se encontraba en una situación delicada y dio a Grosjean un coche lento, que había conducido el brasileño Nelson Piquet Junior.
Este regalo envenenado no le ayudó y sólo logró como mejor resultado esa temporada un 13º lugar en un Gran Premio, tras lo que el piloto francés parecía estar a punto de abandonar su carrera.
“Por poco lo dejo todo siguiendo el consejo de mi padre y retomo mis estudios. Hice bien en no escucharle”, dijo Grosjean, sonriendo.
Sus buenos resultados en la categoría GT y luego el título en Auto GP lo pusieron de nuevo en primer plano.
Entre los candidatos para acompañar a Raikkonen estaban el brasileño Bruno Senna, que no llegó a convencer a finales de la pasada temporada, y el ruso Vitaly Petrov, pero ambos fueron descartados en favor de Grosjean.
“Mi fichaje es también una historia de confianza humana y soy uno de los hombres del mundo”, asegura Grosjean, que no se siente para nada intimidado por estar en el mismo equipo que Raikkonen-
“Es un nuevo arranque, una nueva oportunidad, con la ambición de disfrutar y de llegar a lo más alto”, asegura, algo que no será fácil en una escudería que terminó sexta en el Mundial-2011.
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