Los islamistas parecen dirigirse hacia una victoria en la primera fase de las elecciones legislativas que marcan el comienzo de la transición democrática tras la era Mubarak, saludadas como un éxito pese al contexto político tenso.

Los Hermanos Musulmanes anunciaron que su organización política, el Partido de la Libertad y de la Justicia (PLJ) quedó en primer lugar, según los resultados preliminares de la primera vuelta de las elecciones, que se realizan a lo largo de casi cuatro meses.

Cada fase de los comicios se realiza en dos vueltas en un tercio de las 27 provincias del país. El lunes y el martes tuvo lugar la primera vuelta en nueve provincias, incluyendo las dos mayores ciudades del país, El Cairo y Alejandría.

La última fase de las legislativas terminará el 11 de enero y será seguida por las elecciones para la Shura (cámara alta consultiva) que se extenderán hasta el 11 de marzo.

“Los primeros resultados obtenidos desde el inicio del recuento muestran que las listas del Partido de la Libertad y de la Justicia está en primer lugar, seguido por el partido Al Nur (salafista) y el Bloque Egipcio (coalición liberal)”, indicó el PLJ en un comunicado.

El PLJ afirmó que obtuvo los mejores resultados en Fayyum (130 km al sur de El Cairo), en la provincia del Mar Rojo (sur), en El Cairo y en Asiut (sur).

La prensa egipcia titulaba ya el miércoles sobre una victoria de los islamistas, según “las primeras indicaciones” de los centros de recuento.

“Los islamistas y los liberales en cabeza, retroceso de los partidos antiguos”, tituló el diario gubernamental Al Ahram.

“Las primeras indicaciones muestras que el PLJ tendría el 47% de los votos, mientras el Bloque Egipcio obtendría 22%”, escribió el diario Al Churuq (independiente).

Los Hermanos Musulmanes exigen que el partido que obtenga la mayoría parlamentaria sea encargado de formar el próximo gobierno del país, que sigue siendo dirigido por el ejército después de la caída del presidente Hosni Mubarak.

“La mayoría parlamentaria formará gobierno y será un gobierno de coalición”, declaró el miércoles el presidente del PLJ, Mohamad Mursi, citado en la página internet de su partido.

Reprimido durante el gobierno de Mubarak, el movimiento de los Hermanos Musulmanes reivindica abiertamente un “Estado islámico”, y su influencia creciente preocupa a los laicos y a los coptos (cristianos de Egipto).

Los islamistas fueron también los grandes vencedores de las elecciones que se realizaron recientemente en Turquía y en Marruecos.

Le primera vuelta de la primera fase de las legislativas egipcias, saludada como un “test de la democracia” exitoso, terminó el martes por la tarde sin problemas, tras dos semanas de manifestaciones masivas contra el gobierno militar salpicadas de enfrentamientos violentos.

Estados Unidos se congratuló por estas elecciones, citando las impresiones “positivas” de los observadores norteamericanos. Por su parte, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon “felicitó al pueblo egipcio” por su “determinación para realizar exitosamente un cambio político”.

No obstante, la prensa dio cuenta de tentativas de intimidación por parte de los islamistas. El diario gubernamental Al Ajbar afirmó que los Hermanos Musulmanes y los salafistas trataron de “influenciar a los electores”.

Según Al Churuq, islamistas de Luxor y de Assiut “amenazaron con declarar infiel a toda persona que votara por el Bloque Egipcio”, cuyo líder es el copto Naguib Sawiris.

La campaña electoral fue eclipsada por el movimiento de protestas contra el poder militar y por actos de violencia que causaron 42 muertos y más de tres mil heridos.