Unos 21.000 presos fueron excarcelados en los últimos dos años en Brasil, tras comprobarse que estaban detenidos irregularmente, muchos con el tiempo vencido de sus condenas, informó el Consejo Nacional de Justicia (CNJ) este sábado.

“No conozco nada parecido en el mundo a este programa que ha logrado la reparación de tantas situaciones ilegales”, afirmó en un comunicado Cezar Peluso, presidente del CNJ y del Supremo Tribunal Federal (STF).

En el marco de esa iniciativa fueron inspeccionadas cárceles de casi todos los estados brasileños y revisados más de 279.000 procesos desde 2010, lo que ha supuesto una inversión de 3,2 millones de reales, casi 1,8 millones de dólares al cambio actual.

El CNJ encontró que “un sinnúmero de presos superaban sus periodos de condena” y citó como ejemplo una persona que estaba “condenada a tres años y diez meses (y) fue liberada después de pasar más de siete años en la cárcel”.

Además, fueron detectados “problemas que van más allá de la falta de control de penas, como sobrepoblación, situaciones de tortura, pésimas condiciones de higiene y precariedad física de las instalaciones”, agregó.

Las autoridades no informaron si están previstas indemnizaciones o reparaciones a los presos liberados, pero anunciaron que a partir de enero estará disponible en internet una base de datos nacional de enviados a prisión que permitirá un mayor control sobre el cumplimiento de penas.

Además de las liberaciones, el CNJ concedió más de 41.000 beneficios carcelarios como reducción de penas y liberaciones condicionales, señaló el CNJ.

En Brasil, país con una población de más de 190 millones de habitantes, existen casi 475.000 detenidos, el 43% corresponde a personas con prisión provisional que no tienen sentencia, según información del CNJ.