La federación internacional de esquí (FIS) extenderá este temporada su sistema de pasaporte biológico contra el dopaje al esquí alpino y al salto de esquí, un método que ya se aplica en el esquí de fondo y la combinada nórdica, anunció este viernes el organismo.

Entre principios de mayo y mediados de noviembre ya se recogieron 50 muestras de sangre de esquiadores alpinos.

El pasaporte biológico consiste en establecer un perfil biológico de cada atleta y analizar luego las variaciones de algunas sustancias de su organismo para detectar un posible dopaje.