Doce personas, entre ellas cuatro niños y adolescentes, murieron el martes en Siria por disparos de las fuerzas de seguridad en la provincia de Homs (centro) e Idleb (norte), indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

“Cuatro jóvenes de 10, 11, 13 y 15 años murieron por disparos indiscriminados de los militares y los miembros de los servicios de seguridad en un puesto de control de Hulé”, una localidad situada al noroeste de Homs, dijo la fuente.

Por otra parte, tres civiles murieron por bala en Homs, 160 km al norte de Damasco, y en Tablis, 15 km al norte de Homs, un civil murió por disparos provenientes de un retén, indicó el OSDH.

En Useir, al sur de Homs, un militar “desertor” fue abatido.

En Idleb, 320 km al noroeste de Damasco, las fuerzas de seguridad mataron a tres hermanos que circulaban en un automóvil.

Por otro lado, se registraron heridos y detenciones en las localidades de Marat an Numan, 150 km al norte de Damasco, y Jasem, unos 50 km al sur de la capital.

La represión de la revuelta popular contra el régimen del presidente Bashar al Asad ha causado desde el mes de marzo la muerte de más de 3.500 personas, según la ONU.