La izquierda independentista vasca, en la que participan miembros de la antigua Batasuna -el ilegalizado brazo político de ETA- vuelve con fuerza al Parlamento español tras 15 años de ausencia y podría convertirse en la principal fuerza nacionalista vasca en Madrid.

La coalición Amaiur, formada por la izquierda “abertzale” (“patriótica” en vasco) -que configuraba Batasuna, ilegalizada en 2003- y los partidos independentistas Aralar, Alternatiba y Eusko Alkartasuna, lograría 7 escaños en la cámara baja, con el 54,61% de los votos escrutados.

Con el mismo porcentaje escrutado, el Partido Nacionalista Vasco (PNV, moderado) pasaría a tener 5 diputados en lugar de los 6 actuales.

Si estos datos se confirman, Amaiur se convertirá en la primera fuerza nacionalista vasca en el Parlamento español.

Este resultado, mejor de lo que pronosticaban los sondeos (entre 4 y 5 escaños), parece confirmar que los independistas vascos se beneficiaron del reciente anuncio del fin de la violencia de la organización armada ETA.

De confirmarse los 7 diputados, Amaiur podría formar su propio grupo parlamentario en Madrid, lo que le permitiría presentar enmiendas a los proyectos de ley del nuevo gobierno.

“Reclamamos al Estado el reconocimiento de Euskal Herria (el gran País Vasco, que abarca también Navarra y la región vasca del suroeste de Francia) como nación”, explicó a la AFP antes de la elección el número uno de Amaiur, Iñaki Antigüedad.

“Vamos a buscar complicidades con (nacionalistas) catalanes, con gallegos, con canarios, con quien se pueda para hacer una presión democrática al Estado” y reclamar la organización de un referéndum de autodeterminación que es actualmente imposible según la Constitución, aseguró.

Pero “nuestra presencia en Madrid no va a ser permanente, no va a ser asidua, nuestra presencia en Madrid va a ser activa pero acorde a nuestros objetivos”, agregó.

“Un soberanista vasco no se puede plantear una presencia permanente en la gestión del poder legislativo de un Estado que en su esencia constitucional te niega el derecho a decidir”, justificó.

Pese a todo, esta participación de los radicales vascos en el Parlamento será una primicia, ya que los diputados de la desaparecida Herri Batasuna -que por última vez tomaron posesión de sus escaños en 1996- boicoteaban las instituciones de un Estado que no sentían como propio.

Una de sus primeras misiones deberá ser sin embargo ganarse una completa legitimidad democrática que le cuestionan algunas formaciones políticas, encabezadas por el gran ganador de estas legislativas, el conservador Partido Popular (PP).

“Nuestra relación con quien recientemente acaba de llegar a la democracia evidentemente será de exigencia”, había declarado a la AFP el portavoz del PP en el País Vasco, Leopoldo Barreda.

“En Amaiur hay personas con muy diferentes trayectorias, y hay una mayoría que es la que de verdad manda en Amaiur, que ciertamente tiene que acabar de llegar a la democracia y acabar de romper sus vínculos con ETA”, agregó.

Considerada organización terrorista por la Unión Europea y Estados Unidos, ETA, responsable de la muerte de 829 personas en más de 40 años de atentados por la independencia del País Vasco, había anunciado el 20 de octubre el “cese definitivo de su actividad armada”.

Muy debilitada tras sufrir importantes golpes policiales en los últimos años, ETA, que no cometía atentados en España desde agosto de 2009 y respetaba desde enero una “tregua permanente”, tomó su decisión después de que la izquierda independentista hiciese patente su distanciamiento de la violencia.

Los radicales vascos no habían vuelto a estar en el Congreso desde las elecciones de 1996, cuando Herri Batasuna logró dos diputados.