Las próximas elecciones en el popular club de fútbol Boca Juniors recrean el escenario político de Argentina, al enfrentarse un candidato ligado a la presidenta Cristina Kirchner y otro vinculado al opositor alcalde capitalino Mauricio Macri, ambos gobernantes reelectos este año.

“Las próximas elecciones de Argentina son las de Boca Juniors”, afirmó a un programa de televisión el escritor y analista Jorge Asís, al sintetizar el interés político por gobernar el club más popular de este país, donde se respira fútbol en cada rincón.

El 4 de diciembre se medirán el actual presidente de Boca, Jorge Ameal, apoyado por el kirchnerismo, y Daniel Angelici, un empresario del juego de estrecha relación con Macri, quien fue titular de esa institución antes de ser alcalde.

Macri (52 años), heredero de una fortuna, logró su reelección como jefe de Gobierno porteño en julio pasado y es el único dirigente opositor que no ha quedado afectado por la contundente victoria de Kirchner en las presidenciales de octubre con el 54,11% de los votos.

“Queremos la unión de todo el pueblo boquense. Por eso cuando gobierne Daniel (Angelici) no habrá más internas y esto incluye a dirigentes, hinchas y jugadores. Pero igual quiero ratificar que no voy a ocupar ningún cargo”, dijo Macri, quien aparece junto a su delfín en una profusa campaña de carteles instalados en la vía pública.

Los 12 años (1995-2007) que Macri estuvo al frente de la poderosa institución deportiva, que cuenta con 80.000 socios, fueron la plataforma para su lanzamiento como dirigente político y que ahora apunta a la presidencia argentina en 2015.

En ese período Boca ganó numerosos torneos locales e internacionales, incluidos dos copas Intercontinentales (2000 y 2003), cuatro Libertadores de América (2000, 2001, 2003 y 2007) y dos Sudamericanas.

El alcalde lidera el partido derechista PRO cuyo influencia se limita por ahora al ámbito metropolitano, mientras Boca cuenta con millones de hinchas en todo el país.

La lista oficialista se formó en acuerdo del actual presidente Ameal con el dirigente sindical Roberto Digón, apoyados por la agrupación juvenil kirchnerista “La Cámpora”, que ha ganado influencia política en los últimos meses.

Boca “está viviendo un momento de gloria deportiva debido a la performance del equipo con una diferencia de puntos que hace años no se ve y con un balance que da una tranquilidad a los socios de cara al futuro”, dijo el vicepresidente del club, José Beraldi.

El equipo ‘xeneize’, dirigido por Julio César Falcioni, lidera el torneo Apertura con 32 puntos, a ocho de distancia de su escolta Racing, un bien inestimable ante un proceso electoral en un club futbolero como pocos.

La campaña electoral está enmarcada además en la fuerte confrontación por el liderazgo de la ‘barrabrava’ boquense, involucrada en numerosos hechos de violencia y, según denuncias, en manejos irregulares.

“Cuando Boca está mostrando un balance ejemplar (superávit de doce millones de dólares), está por ser campeón, tiene un estadio arreglado y moderno, y todos los jugadores son del club, aparecen estas cosas y tenemos que hablar de esto. Es raro y me duele”, se quejó Ameal al referirse a la irrupción en estos días de la disputa en la hinchada del club con más simpatizantes en Argentina.

Sin embargo, Ameal recibió el apoyo invalorable del ídolo de Boca, Juan Román Riquelme, quien afirmó que si es reelecto el actual presidente continuará en el club.