Enorme preocupación habría en un grupo de investigadores de la Universidad de Los Lagos, en Osorno, que lidera un estudio destinado a evaluar el perfil de la violencia en las relaciones de parejas de jóvenes. Y es que si bien la investigación aún no concluye, las cifras preliminares arrojarían datos muy similares a los señalados en un análisis realizado el 2009 por el Servicio Nacional de la Mujer y otros tratados similares.

Ramón Vivanco, director del Departamento de Ciencias Sociales de las ULA, señaló que el trabajo se ideó a partir de un estudio del año 2007, el cual detectaría la prevalencia de la violencia en las mujeres. Gracias a esta investigación se percataron que la violencia también era un aspecto muy presente en la juventud desde la etapa del pololeo o noviazgo.

El trabajo, cuya muestra es el grupo de estudiantes de las 4 universidades de la provincia, sería el primero que se realiza en la comuna en el ámbito de la violencia en la juventud. Sus resultados previos, como indicó Vivanco, se asemejarían bastante a los balances de investigaciones ejecutados en la Región Metropolitana y la Quinta región.

Es así como el estudio local está abarcando 4 ámbitos de violencia que se estarían presentando en la juventud osornina: sicológica, física, sexual y patrimonial.

En base a esto, se ha concluido, hasta ahora, que, semejante a los estudios nacionales, cerca de un 28% de las mujeres y un 19% de los hombres, en el núcleo universitario, ha señalado ser agredido en sus relaciones de pareja, siendo la violencia sicológica una conducta reiterada.

Lamentablemente, la violencia mutua es una tendencia que, al igual que en el resto del país, sigue en ascenso en Osorno, como explicó el docente de la Universidad de Los Lagos.

Vivar concluyó exponiendo su preocupación ante los datos parciales que se han extraído a la fecha, pues serían la antesala de lo que la sociedad aprecia años más tarde como violencia intrafamiliar, esta vez en relaciones de pareja ya consolidadas.

La intranquilidad es aún mayor considerando la violencia que se presentaría en parejas de universitarios, en teoría, dueños de un nivel de conocimiento o educación más alto que la media de la población, lo que dejaría atrás la idea que la violencia sólo se presenta en los sectores populares.