Siete detonaciones de artefactos explosivos ocurridas entre el lunes y martes en tres localidades del estado mexicano de Tamaulipas (noreste) causaron un muerto y ocho heridos, así como daños a edificios y vehículos, informó la fiscalía estatal en un comunicado.

Cuatro de las explosiones sacudieron las ciudades de Reynosa y dos más a Río Bravo, ambas fronterizas con Estados Unidos, mientras que una más se registró en la capital estatal Ciudad Victoria.

La colocación de estos artefactos no fue reivindicada por ninguno de los grupos del narcotráfico, ni atribuidas por las autoridades a organización alguna.

En Reynosa, el lunes fueron atacados dos bares y este martes se registraron explosiones en un barrio de viviendas y una discoteca. En el primero de los bares atacados murió una persona y siete resultaron heridas, mientras que en los demás casos no hubo víctimas, si bien resultaron afectados los inmuebles y algunos vehículos.

En Ciudad Victoria, un artefacto fue colocado este martes en la antigua sede de la empresa estatal Comisión Federal de Electricidad; en Río Bravo se presentaron explosiones contra una sede de la fiscalía y frente a un cine -que provocó heridas a un transeúnte-, siempre según el balance oficial.

El comunicado de la fiscalía de Tamaulipas no señaló posibles responsables, pero dijo que se trata de acciones de “violencia destinada a amedrentar a personas inocentes”.

Tamaulipas, que tiene amplias costas sobre el Golfo de México, es escenario desde 2010, junto a otros estados del noreste del país, de una cruenta disputa entre el cartel del Golfo y el grupo narcotraficante Los Zetas.

El sábado, una periodista fue decapitada en Nuevo Laredo, otra ciudad del mismo estado, junto a un teclado y un mensaje amenazante contra los usuarios de redes sociales como Twuitter y Facebook.

A través de esas redes, los habitantes de Tamaulipas comparten informaciones sobre balaceras y ataques de grupos armados que suelen ser ignorados en los medios locales atemorizados por las presiones de los carteles.