Los doctores Jaime Rozowski y Jorge Jiménez, especialistas en nutrición y en políticas de salud pública, respectivamente, y quienes llevan muchos años estudiando los hábitos de consumo de los chilenos, llamaron a tener cuidado con el exceso de sal en las comidas durante las Fiestas Patrias y habitualmente.

“En Chile luego de celebrar y comer, puede que nos tomemos un café con un endulzante y así evitar el azúcar. Nos preocupamos mucho más del azúcar que de la sal”, dijo Rozowski.

“¿Por qué estas diferencias entre uno y otro producto?, porque el azúcar se asocia a factores estéticos, directamente a la gordura. Mientras que la sal ocasiona hipertensión arterial, una enfermedad invisible y silenciosa, hasta que se hace presente de manera abrupta, dado lo gradual que resulta ser su aparición”, expresó por su parte, el doctor Jiménez, ex ministro de Salud.

Es por ello, que casi la mitad de quienes padecen hipertensión arterial no saben que la poseen. Y las cifras de salud pública son lapidarias: una de cada 7 muertes en Chile son directamente atribuibles a la hipertensión; y una de cada 8, al consumo excesivo de sal.

Si a los hombres les gusta echar la sal gruesa en la parrilla –sin pensarlo dos veces-, existe una forma de compensar con las ensaladas, papas y otros platos, condimentándolas con una nueva sal fina y 0% sodio.

Desde hace unas semanas, existe Novasal, de Laboratorio Chile, que a diferencia de los productos existentes, no combina sodio y potasio, sino que modifica esta última molécula para darle un sabor similar al de la sal común.

Jaime Rozowski ve en este nuevo producto una buena alternativa.

“Esto porque no sólo echamos mucha sal a los alimentos sin siquiera probarlos antes –algo cultural-, sino que además, constantemente ingerimos sodio de los productos procesados, como lo son el pan, caldos, sopas, embutidos y conservas entre los que más sodio aportan. Es más, no podemos descartar siquiera a productos dulces como galletas, tortas y helados, los cuales también poseen gran cantidad de sodio”, expresó Rozowski.

“Esperamos un cambio de hábito de consumo de sal en los chilenos, tal como se ha dado con el azúcar o las bebidas Light”, expresó el doctor Jorge Jiménez.

El ex ministro expresó que “en los informes de los institutos de medicina se constata que uno de los capítulos a estudiar mejor es la fisiología del gusto y apetencia de los alimentos; que no es un fenómeno genético irreversible, sino educable y cultural”.

Jaime Rozowski agregó que el azúcar es un gusto innato, mientras que la sal es adquirido, “en el fondo, puedes regular tu gusto para disminuir la cantidad de sal. Si lográramos que las personas, efectivamente, bajasen su consumo de sodio, tendrían varios años más de vida saludable”, dijo el experto en nutrición.

Para Jorge Jiménez chocamos fuerte con elementos culturales. “Con internet y la TV hay un exceso de información, la gente entiende cada vez más lo que es bueno y malo para la salud, pero de ahí a realizar un cambio en tus conductas y transformarlos a en hábitos… ahí está la brecha”, sostuvo.