La deuda de los bancos españoles con el Banco Central Europeo (BCE) aumentó en agosto un 34% respecto a julio, a 69.920 millones de euros (95.550 millones de dólares), poniendo de manifiesto sus dificultades para financiarse en el mercado, informó este miércoles el Banco de España.

La deuda de los bancos españoles con el BCE alcanza así su más alto nivel desde septiembre de 2010, aunque es inferior al de agosto de 2010 (109.790 millones de euros).

Esta cifra, que representa un índice de la capacidad de los bancos españoles para encontrar financiación en los mercados (en lugar de en el BCE), había alcanzado un récord histórico en julio de 2010, situándose en 130.200 millones de euros.

“Es una situación normal que deriva de la situación tan crítica que estamos viendo con respeto a Grecia”, declaró a la AFP Soledad Pellón, analista de la firma IG Markets.

“El principal temor de España sería que las cosas con Grecia fueran a peor y que quizás viéramos una quiebra del país, en cuyo caso sabemos el efecto directo que tendría sobre los bancos franceses y alemanes, que tienen mucha deuda griega, pero es imposible cuantificar el efecto contagio que tendría en países como España”, agregó.

Por este motivo, “ahora mismo en España hay mucho miedo, este mercado interbancario es un fuerte problema”, consideró Pellón. “Ante la imposibilidad de prestarses dinero entre unos y otros (bancos), con la falta de confianza que existe, el BCE es un refugio”, explicó.

En agosto de este año, la financiación de los bancos españoles representó el 21,4% de los préstamos concedidos por el BCE en el seno de la Eurozona, en fuerte alza respecto a julio (14,69%).

España, que se debate en su intento de salir de la crisis, sufre con frecuencia las consecuencias del temor de los mercados sobre su solvencia.

En este contexto, el BCE anunció a principios de agosto que reanudaba su programa de compra de obligaciones, adoptado en agosto de 2010 frente a las graves dificultades de Grecia, pero suspendido desde hacía más de cuatro meses.