Los padres de la cantante británica de soul Amy Winehouse compartieron este lunes el duelo con los seguidores de su hija, antes de que se dé a conocer el resultado de la autopsia que determinará las causas de su muerte.
Mitch Winehouse, un conductor de taxis, y su esposa Janis se desplazaron hasta la casa de la fallecida cantante en Camden Square, en el norte de Londres, donde sus fans han dejado flores, mensajes y velas en su memoria.
El padre de Winehouse, que regresó de Nueva York tras conocer la noticia de la muerte de su hija el sábado, no podía casi hablar por la emoción y fue consolado por los seguidores de la cantante.
“Gracias por venir. Esto significa mucho para nuestra familia”, manifestó con la voz entrecortada.
Winehouse, de 27 años, estaba muy unida a su padre, un aficionado al jazz que le transmitió el amor por la música cantándole cuando era pequeña.
“Vuestra presencia hace que todo sea más llevadero para nosotros”, añadió.
“Amy era amor. Su vida entera estaba dedicada a su familia y a sus amigos”.
“Estamos desconsolados y no sé qué decir”, aseguró el padre de la cantante.
Janis Winehouse era un mar de lágrimas cuando observaba los tributos hechos a su hija, a los que fotografió con su teléfono móvil.
La policía anunció que la autopsia se realizará el lunes en la morgue del hospital Saint Pancras.
Las investigaciones en Inglaterra establecen la identidad del fallecido, la hora, el lugar y las causas de la muerte. Los exámenes toxicológicos pueden llevar varias semanas.
Reconocible por su voz sensual y su particular peinado, Amy Winehouse estaba considerada como una de las mejores cantantes británicas de todos los tiempos, pero su adición al alcohol y a las drogas solieron hacerle sombra a su talento.
Su primer álbum, “Frank”, publicado en 2003, fue un gran éxito en su país; el segundo y último, “Back to Black”, de 2006, que contenía el single “Rehab”, la catapultó a la fama mundial y le valió cinco Grammy.