El ex dictador uruguayo Juan María Bordaberry (1973-1976), en arresto domiciliario desde 2007 por violaciones a los derechos humanos, murió el domingo en la madrugada en Montevideo a los 83 años a raíz de problemas respiratorios.

La empresa funeraria Rogelio Martinelli, encargada del sepelio, confirmó a la AFP que el entierro de Bordaberry se realizará la tarde del domingo en el departamento de Canelones, a unos 20 km de la capital uruguaya.

Nadie que no fuera familiar del ex dictador, que también fue presidente constitucional, podía acceder a su velorio, comprobó la AFP en el domicilio de su hijo Pedro, candidato en 2009 a la Presidencia por el Partido Colorado, que también integró su padre.

El secretario de prensa del senador Pedro Bordaberry, José María Goycochea, confirmó al diario El País que Bordaberry padre falleció por un paro cardiorrespiratorio.

“Él (Bordaberry) estaba bastante enfermo desde hacía dos años. Hace más de un día que estaba en estado delicado”, agregó.

Juan María Bordaberry no recibirá honores de Estado por haber gobernado durante el último período de facto.

Una iniciativa de la coalición de izquierda Frente Amplio, en el poder desde 2005, suspendió las honras fúnebres a quienes fueron jefes de Estado durante la dictadura, entre 1973 y 1985.

El ex dictador estaba preso desde 2006 tras ser procesado por atentado a la Constitución y violaciones a los derechos humanos. Inicialmente cumplió su detención en dependencias carcelarias uruguayas, pero desde enero del 2007, a causa de su estado de salud, permaneció bajo arresto domiciliario.

“Como por la muerte de cualquier ser humano, lamento mucho (el deceso de Bordaberry) por la familia, los hijos, los nietos”, dijo a la AFP la abogada Hebe Martínez Burlé, quien lo había denunciado como “violador de la Constitución, como dictador, golpista, además de todos los insucesos que ocurrieron durante su período”.

“Por homicidio, genocidio, enriquecimiento ilícito o violación a los derechos humanos, han sido condenados y procesados una cantidad de dictadores, pero por violar la Constitución, por el mismo golpe de Estado, es la primera vez y creo que es lo más significativo (…) y marcó un precedente muy importante para los amantes de la democracia”, agregó la abogada.

En marzo de 2010 Bordaberry había recibido, en silla de ruedas y conectado a un tanque de oxígeno, la notificación de su condena a 30 años de prisión, con una opción de prórroga por otros 15, por “un delito de atentado contra la Constitución, (…) con nueve crímenes de desaparición forzada y dos crímenes de homicidio político”.

En 2006 Bordaberry había sido procesado como coautor de homicidio especialmente agravado por el asesinato de cuatro uruguayos exiliados en Argentina en mayo de 1976: los legisladores Zelmar Michelini y Héctor Gutiérrez Ruiz, y los tupamaros William Whitelaw y Rosario Barredo.

Juan María Bordaberry fue presidente constitucional desde 1 de marzo de 1972 hasta el 27 de junio de 1973, cuando se puso a la cabeza de un golpe de Estado que derivó en una dictadura de 12 años, aunque los militares lo removieron del poder en junio de 1976.