Las selecciones de fútbol de Uruguay y Chile parten como favoritas a ocupar las primeras plazas del Grupo C de la Copa América Argentina-2011, cuyo telón se levanta el lunes y que completan Perú, castigado por lesiones, y México, con una plantilla juvenil que se vio diezmada por actos de indisciplina.

La serie se abre el 4 de julio en la ciudad de San Juan (1.265 km al noroeste de Buenos Aires) con los partidos Uruguay-Perú (18:15 horas) y Chile-México (20:45 horas).

Encabezado por el mejor jugador del Mundial de Sudáfrica-2010 y dos veces máximo goleador europeo, Diego Forlán, al que flanquean dos artilleros de raza como Luis Suárez y Edinson Cavani, Uruguay desembarca con la base del plantel que alcanzó el cuarto puesto de la última Copa del Mundo.

“Si Brasil ganó las últimas ediciones, es una tendencia que hay que respetar, pero eso no quiere decir que vaya a ganar esta. Sino para que vamos a jugar la Copa, si definimos de antemano quien es el campeón. Uruguay está para pelear”, aseveró en rueda de prensa el seleccionador ‘charrúa’, Oscar Tabárez.

Colíderes del palmarés conjuntamente con Argentina -con 14 títulos cada uno-, los celestes buscarán reconquistar el cetro después de 16 años y subir otro peldaño, luego de haber participado en las semifinales de las últimas cuatro ediciones.

De su lado Chile, aspira a ganar el certamen por primera vez en su historia, de la mano de los estelares Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Humberto Suazo, en el barco timoneado por el argentino Claudio Borghi, quien sucedió en febrero pasado a su compatriota Marcelo Bielsa.

“En la Copa América queremos ir de menos a más. Lo primero es clasificar en el grupo y luego la idea es llegar entre los cuatro primeros”, subrayó Esteban Paredes, delantero de la ‘Roja’, que cerró invicta su etapa de preparación.

Perú, por su parte, asoma dispuesto a sobreponerse a las adversidades de último momento, como las bajas por lesión de sus figuras Claudio Pizarro y Jefferson Farfán, para cumplir una buena presentación y mirar de reojo un trofeo que ya supo lucir en sus vitrinas en 1939 y 1975.

“Se la vamos a poner difícil a todos los equipos, no nos descarten de la competencia”, afirmó el DT del combinado ‘inca’, el uruguayo Sergio Markarián.

Asimismo México llegó a Argentina con un grupo de futbolistas Sub-22 apuntalados por cinco mayores y el atacante Giovanni dos Santos, que se coronó recientemente campeón de la Copa de Oro de la Concacaf. Pero también arriba a tierras australes precedido de un escándalo que obligó a última hora a separar del plantel a ocho jugadores.

El martes, la Federación Mexicana anunció el cese, por faltas al reglamento disciplinario, de ocho jugadores, que denunciaron un robo de pertenencias en un hotel de Quito la pasada semana, el cual se deslindó del robó y sostuvo, con apoyo de un video, que los jugadores introdujeron mujeres en sus habitaciones.

“El responsable (del nuevo grupo) soy yo”, porque “elegí a los ocho sustitutos” dijo el entrenador ‘azteca’ Luis Fernando Tena, quien ponderó a Chile, su rival del debut, asegurando que “es muy ofensivo, tiene grandes jugadores, lo demostraron en Europa y es candidatos a ganar la Copa”.

La segunda jornada, el 8 de julio en Mendoza (1.000 km al oeste de Buenos Aires, en la frontera con Chile), prevé los cruces Uruguay-Chile y Perú-México, mientras que en la tercera, el 12 de julio, se medirán Chile-Perú en Mendoza y Uruguay-México en La Plata (56 km al sureste de la capital).