Los líderes de la UE aprobaron este viernes el ingreso al bloque de Croacia a mediados de 2013, una noticia que coincide con el vigésimo aniversario de su independencia e infunde optimismo al resto de países de los Balcanes que aspiran a lograr este hito.

Reunidos en cumbre en Bruselas, los jefes de Estado y de gobierno de la Unión Europea (UE) solicitaron que se “tomen todas las decisiones necesarias” para que las negociaciones iniciadas en 2005 “se cierren antes de fin de mes” con el fin de firmar el tratado de ingreso de Croacia “antes de fin de año”.

La declaración equivale de facto a autorizar la entrada del país candidato al bloque.

Los líderes recalcaron empero que Croacia, segundo Estado nacido de la ex Yugoslavia que se adherirá al bloque después de Eslovenia en 2004, debe proseguir sus “esfuerzos de reforma, especialmente en lo referente al sector judicial y los derechos fundamentales”.

Así, la UE previó poner en marcha un “dispositivo de seguimiento” a cargo de la Comisión Europea para garantizar que Zagreb cumpla con las exigencias de sus futuros socios.

En ese caso, Croacia se beneficiará de una ayuda financiera de unos 3.500 millones de euros (unos 5.000 millones de dólares), procedentes de los fondos estructurales de la UE destinados a suavizar las disparidades económicas entre los países de la Unión.

Los economistas prevén que su entrada en el bloque impulse la confianza de los inversores, dando alas al crecimiento económico de este país de 4,4 millones de habitantes por ahora sumido en la recesión.

Pero no todos los croatas comparten ese optimismo.

Los sondeos muestran que una mayoría de la población apoya el ingreso en la UE, pero el campo contrario está ganando terreno.

Los electores se pronunciarán sobre la cuestión en un referéndum que tendrá lugar una vez firmado el tratado de adhesión.

Los dirigentes europeos enviaron igualmente una señal alentadora a Serbia, que aspira a unirse al bloque, saludando el arresto a fines de mayo del presunto criminal de guerra Ratko Mladic.

Su detención constituye una “etapa positiva para la justicia internacional y en el contexto de la perspectiva europea de Serbia”, señalaron los mandatarios.

Además de Belgrado, otro país de los Balcanes, Macedonia, confía en lanzar las negociaciones de adhesión este año.