Un campesino fue asesinado a tiros en el estado amazónico de Pará, uno de los más violentos de Brasil por sus conflictos agrarios, llevando a seis el número de labradores asesinados en la Amazonia en menos de tres semanas, informó el martes una ONG.

“Todo indica que Obede Loyla Souza fue asesinado por denunciar a madereros ilegales”, explicó a la AFP Cristiana Passos, portavoz de la organización Comisión Pastoral de la Tierra (CPT).

Souza, de 31 años y padre de tres niños, fue asesinado el pasado jueves de un disparo en la cabeza a 500 metros de su casa, ubicada en un campamento de la comunidad de Pacaja. El cuerpo fue encontrado dos días después y trasladado a la población de Tucurui para el entierro.

Sin embargo, las fuerzas militares enviadas para reforzar la seguridad en la región -después de cinco asesinatos en la Amazonia (cuatro en Pará y uno en Rondonia)- suspendieron el servicio funerario y enviaron el cuerpo a Belén, capital de Pará, para realizar una autopsia, explicó la CPT.

El día del asesinato, los habitantes del campamento La Esperanza, donde vivía Souza, vieron una camioneta negra con cuatro hombres a bordo. Según la CPT, ahora ellos temen que su vida también esté “en peligro”.

En esta área remota de la Amazonia brasileña, los grandes terratenientes son frecuentemente señalados como responsables de asesinatos a campesinos.

La CPT publicó una lista de 125 agricultores-ecologistas amenazados de muerte por su lucha contra las continuas deforestaciones, aunque ya el gobierno reconoció que no tiene los medios para protegerlos a todos.

La semana pasada, Amnistía Internacional pidió a las autoridades brasileñas poner fin a este tipo de asesinatos, así como a la “impunidad de los asesinos que fomentan esta clase de violencia”.