Patrocinadoras de la FIFA mostraron este martes su preocupación por los escándalos que han sacudido en las últimas fechas a la federación internacional de fútbol, mientras se oyen voces pidiendo reformas y la asociación inglesa reclama aplazar la elección presidencial.

El gigante industrial de bebidas no alcohólicas Coca-Cola, patrocinador del Mundial de fútbol desde 1978, señaló que las acusaciones de corrupción que vive la FIFA son “angustiantes”.

“Las actuales acusaciones son angustiantes y malas para el deporte”, declaró a la AFP un portavoz de Coca-Cola, Petro Kacur. “Esperamos que la FIFA resuelva esta situación de forma conveniente y completa”, añadió.

La firma alemana de ropa deportiva Adidas, muy presente en el fútbol, teme por la imagen de este deporte, declaró un portavoz.

“Las acusaciones repetidas (de corrupción) no son buenas ni para la imagen del fútbol ni para la misma FIFA”, comentó este martes un portavoz de la marca de las tres bandas.

Sin embargo, “los acontecimientos no cuestionan nuestra cooperación (con la FIFA), que se basa en la fascinación que el fútbol ejerce como deporte”, añadió.

La compañía estadounidense de tarjetas de crédito Visa señaló que “la actual situación, claramente no es buena para este deporte y pedimos a la FIFA que dé los pasos necesarios para resolver la preocupación que ha surgido”, en una declaración de un portavoz de la firma a la AFP.

Por su parte, en la línea aérea Emirates, otro de los patrocinadores de la FIFA, afirmaron estar “decepcionados” por las sospechas de corrupción.

“Emirates, como todos los aficionados del mundo, está decepcionada con las cosas que están rodeando la administración de este deporte”, dijo el portavoz de Emirates, Boutros Boutros, en un comunicado.

La FIFA se encuentra en una importante crisis debido a las acusaciones cruzadas de corrupción que se están dirigiendo algunos de sus más altos cargos.

Dos miembros del Comité Ejecutivo de la organización internacional fueron suspendidos el pasado fin de semana, siendo uno de ellos el catarí Mohamed Bin Hamman, que retiró su candidatura a la elección presidencial de la FIFA tras ser castigado al ser objeto de una investigación por presunto fraude electoral.

Bin Hammam era el único candidato que competía en esos comicios con el suizo Joseph Blatter, aspirante a su propia sucesión en el congreso electivo de la FIFA, que elegirá el miércoles quién será su próximo mandatario.

La asociación de lucha contra la corrupción, Transparency International, pidió que se aplazaran las elecciones presidenciales de la FIFA, dando tiempo así a que terminen la investigaciones de las que son objeto algunos de sus dirigentes.

“Unas elecciones libres y honestas no pueden tener lugar cuando hay electores de los que se sospecha que han sido influenciados”, escribió en un comunicado Transparency Internacional, una Organización No Gubernamental (ONG) afincada en Berlín.

A esta idea se alineó la Federación de Inglaterra de Fútbol (FA), que pidió que las elecciones presidenciales sean aplazadas debido a la crisis que vive la FIFA.

El presidente de la federación inglesa, David Bernstein, hizo un llamamiento en un comunicado para “posponer la elección y dar más credibilidad al proceso”, y “para que así algún candidato alternativo de reforma pueda presentarse” como aspirante a “presidente” de la organización.

Por su parte, responsables deportivos y políticos australianos pidieron una “reforma profunda” de la FIFA.

“Pienso que la reforma tiene que ser profunda y en todos los niveles”, dijo Les Murray, uno de los trece miembros del Comité de Ética de la FIFA, al Sydney Morning Herald, mientras que según el ministro de Deportes australiano, Mark Arbib, “no hay duda de que la FIFA necesita reformas”.