Los pilotos del A330 del vuelo de Air France 447 Rio-París que se accidentó en junio de 2009 había advertido que entrarían en una zona de fuertes turbulencias y constataron un disfuncionamiento de datos, en particular la velocidad, justo antes de que las cajas negras dejaran de grabar, indicaron los investigadores franceses.

Según la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), a cargo de la investigación técnica en Francia, uno de los pilotos declaró casi dos minutos treinta antes del fin de las grabaciones de las cajas negras: “no tenemos ninguna indicación válida”.

Los pilotos vieron en los controles dos velocidades diferentes durante un poco menos de un minuto, una de ellas indicaba una caída brutal de la velocidad, continuó la BEA.

Los investigadores precisan que el avión cayó durante 3 minutos y 30 segundos antes de tocar la superficie del océano Atlántico y que el comandante de a bordo, que había partido para descansar poco antes de los primeros incidentes, regresó a la cabina de pilotaje en donde estaban los dos copilotos en el momento del accidente.

Uno de los pilotos había advertido a la tripulación que ingresarían en una zona de fuertes turbulencias a casi ocho minutos antes del fin de las grabaciones de las cajas negras, según la misma fuente.

La BEA publicó este viernes en su página internet una nota sobre las circunstancias en las que se produjo el accidente del Airbus de Air France en el que murieron 228 personas en junio de 2009.

El secretario de Estado francés para los Transportes, Thierry Mariani, anunció que las causas y las responsabilidades de este accidente se conocerán a fines de junio.

Hasta ahora, el disfuncionamiento de las sondas Pitot fabricadas por Thales, que miden la velocidad del aparato, es el único desperfecto establecido para explicar la catástrofe. Pero sin embargo no puede ser por sí solo la única causa del accidente.