El presidente estadounidense Barack Obama firmó el sábado una ley provisoria de financiación que impide la parálisis del gobierno federal tras el acuerdo alcanzado entre demócratas y republicanos en el Congreso.

Los líderes de los partidos lograron cerrar el viernes por la noche un acuerdo, que incluye recortes por 38.500 millones de dólares de recortes de gastos extras, tras una intensa negociación política.

El convenio sobre el presupuesto del último tramo del ejercicio 2011, que concluye el 30 de setiembre, fue alcanzado sólo una hora antes de que venciera el plazo para el que el Estado federal se quedara sin dinero.

La reducción de 38.500 millones de dólares en los gastos acordada no es más que una ínfima parte de la enorme deuda de Estados Unidos, que pronto ascenderá a más de 14 billones de dólares.

Estados Unidos alcanzará el techo de su deuda pública el 16 de mayo y Obama deberá entonces pedirle al Congreso un nuevo aumento de ese tope. De no lograrlo, el país se encontrará en estado de cesación de pagos.