La justicia uruguaya abrió el jueves un nuevo proceso contra el ex dictador Gregorio Álvarez (1981-1985) por la muerte de un ex militante izquierdista en 1973, informó la Corte Suprema de Justicia.

Después de tomarle declaraciones, el juez Roberto Fernández Lecchini decidió procesar al ex dictador por “homicidio muy especialmente agravado” por la muerte del militante del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros Roberto Luzardo, apresado en 1972 y muerto en 1973 en el Hospital Militar, donde estaba internado sin recibir la asistencia médica que necesitaba.

“La fiscalía pidió el procesamiento por este delito y el juez entendió que había elementos de convicción suficientes para suponer que esta persona habría cometido el delito y se decidió el procesamiento”, explicó el vocero de la Suprema Corte de Justicia, Raúl Oxandabarat, a radio El Espectador.

Álvarez ya está en prisión, purgando condena por otros casos de violaciones de los derechos humanos durante la dictadura, que comenzó en 1973 y terminó en 1985.

Comandante en Jefe del Ejército en 1978 y último presidente de la dictadura, Álvarez, de 85 años, ya cumple una condena de 25 años de prisión por “37 delitos de homicidio muy especialmente agravados”, perpetrados en el marco del Plan Cóndor, la operación que coordinó la represión entre las dictaduras del Cono Sur.

Pese a ser el último presidente del régimen de facto, tuvo activa participación en el golpe de Estado de 1973 y se convirtió en buque insignia de la dictadura que se mantuvo en el país hasta 1985.

El 27 de junio de 1973 encabezó el “piquete” de las Fuerzas Armadas que bajo la presidencia de Juan María Bordaberry -procesado con prisión en noviembre de 2006 y en arresto domiciliario desde enero de 2007-, irrumpió en la sede del Parlamento y disolvió las cámaras dando inicio a una dictadura de 12 años.