Helados fabricados con leche materna han causado un gran furor esta semana en una tienda en el barrio turístico de Covent Garden (Londres), agotándose las existencias del llamado “Baby Gaga”, a pesar de su elevado precio: 16,5 euros por una porción (más de 10 mil pesos chilenos).

Carin Araujo en SXC.hu

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La tienda colocó en internet un anuncio para reclutar a madres dispuestas a vender su leche para poder hacer los helados.

Victoria Hiley, de 35 años, aseguró que si los adultos descubren el sabor delicioso de la leche materna, las jóvenes madres estarán más predispuestas para amamantar a sus hijos.

Además, “no hay nada malo en vender sus activos para ganar un poco de dinero”, reconoció a la BBC.

Piel de limón y vainilla se añade a la leche materna, pasteurizada, para fabricar unos helados “completamente biológicos y naturales”, según el fundador del fabricante Icecreamists, Matt O’Connor.

Este empresario no comprende la repugnancia que pueda provocar el alimento en algunas personas: “Si es bueno para nuestros niños, es bueno para todo el mundo”, aseguró.