China superó a Japón como segunda potencia económica mundial en 2010, con un producto superior bruto superior al del archipiélago para el conjunto del año, anunció este lunes el Gobierno nipón.

El PIB de Japón ascendió a 5,4742 billones de dólares, según estadísticas publicadas en Tokio, y el Gobierno precisó que el PIB de China alcanzó por su lado el equivalente a 5,8786 billones de dólares.

La economía china superó en 2010 a su vecina y se situó detrás de Estados Unidos, un puesto que la economía nipona ocupaba desde 1968.

“En tanto que nación vecina, saludamos la rápida progresión de la economía china”, declaró Kaoru Yosano, ministro delegado japonés para Política Económica y Presupuestaria, en conferencia de prensa.

“Esto puede ser sustento de un desarrollo de la economía regional, es decir, de Asia oriental y del sureste”, añadió, y precisó que desea “mejorar las relaciones de amistad entre Japón y China en el campo económico”.

China registra desde hace años un índice de crecimiento que ronda o supera el 10%. Su PIB augmentó otro 10,3% en 2010.

Su PIB superó el de Japón desde el segundo trimestre, pero la economía nipona disponía de una sólida ventaja en el primero y no era seguro que China tomara delantera en el cojunto de 2010, antes de la publicación de las estadísticas del lunes.

Profundamente afectada por la recesión económica mundial en 2008 y 2009, la economía de Japón se recuperó en 2010, con un crecimiento del 3,9%, pero esto no le permitió conservar al archipiélago su segunda posición ante una China en pleno auge.

La economía nipona se ha vito impulsada durante los nueve primeros meses del año por sus exportaciones a los países emergentes, sobre todo a China, y por subvenciones gubernamentales temporales para la compra de coches “ecológicos” y electrodoméstidos de bajo consumo.

Las tasas aplicadas al tabaco han aumentado considerablemente el 1 de octubre y las ventas de cigarrillos se han reducido. Numerosos fumadores habían hecho acopio de paquetes.

La subida del yen desde el verano de 2010 ha penalizado al cabo del año a las firmas japonesas que trabajan con el extranjero, y las autoridades han suspendido o reducido los programas de apoyo al consumo, provocando un encogimiento del PIB al final del año.