Un influyente imán indonesio, Abu Bakar Bachir, compareció este jueves ante un tribunal de Yakarta, donde puede ser condenado a pena de muerte por haber apoyado a un grupo armado clandestino que proyectaba atentados.

Bachir, de 72 años, es juzgado por tercera vez por hechos de terrorismo tras haber estado vinculado con la serie de atentados sangrientos cometidos a principios de los años 2000 en Indonesia, entre ellos el que costó 202 muertos en 2002 en Balí.

Más de mil policías se encontraban desplegados alrededor del tribunal para evitar desórdenes, comprobó una periodista de la AFP.

La audiencia fue aplazada rápidamente hasta el lunes.

Bachir está considerado uno de los líderes espirituales del movimiento islamista radical en Indonesia, el país musulmán más poblado del mundo. Fue presentado como el “emir” de la Yamaah Islamiyah (YI) (o ‘comunidad islámica’), red clandestina regional fundada en 1993 que quiere imponer un Estado islámico en buena parte del sureste asiático.

La policía lo acusa de “incitar a otras personas a violar la ley por proporcionar armas, municiones, explosivos y más materiales peligrosos con vistas a cometer un acto terrorista”.

En caso de ser declarado culpable, “la pena máxima sería la pena de muerte”.