El 2007 destapó el escándalo y aún buscan justicia. Los estudiantes de ciencias criminalísticas de la Universidad Tecnológica Metropolitana esperan que los tribunales resuelvan pronto los recursos que presentaron para obtener una compensación tras el cierre de la carrera.
Prometía un campo en la Policía de Investigaciones, Carabineros, Servicio Médico Legal, entre otros, pero después de años de estudio se encontraron con nada.
Los conocen como los ‘estafados’, se trata de los estudiantes de ciencias criminalisticas. En total, más de 2 mil jóvenes afectados, sólo en la UTEM.
Héctor Muñoz, pertenece a ese grupo. Con sacrificio su familia pago sus estudios, hoy desolado espera algún día poder presentarse ante su familia como un profesional titulado.
Han sido años de lucha judicial, una situación que ha desgastado a muchos. Algunos volvieron a estudiar una nueva carrera, otros como Paula Ramos, debieron buscar una ocupación.
El abogado representante de los jóvenes, Juan Pablo Crisostomo, los ha acompañado desde un principio en el proceso, que como explica, se sigue en dos frentes.
Aunque hay alumnos que como Daniela González, no creen que obtendrán resultados positivos en la justicia.
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En marzo o abril, el 34º Juzgado del Crimen podría pronunciarce sobre el caso. Una resolución que esperan con ansias estos jóvenes que en un minuto vieron en el estudio de esta carrera, la posibilidad de obtener un futuro mejor.
