El parlamento griego adopta este miércoles el presupuesto 2011, que prevé 14.000 millones de euros (USD 19.000 millones) en ahorros para respetar las estrictas condiciones impuestas por la Unión Europea (UE) y el FMI a cambio de su ayuda para sanear las finanzas públicas del país.

La votación del presupuesto -prevista en la noche del miércoles- se produce tras un día muy perturbado en Atenas debido a una huelga de 24 horas en todos los transportes en común, que causó enormes atascos en víspera de las fiestas de Navidad.

Las grandes centrales sindicales del sector privado (GSEE) y público (Adedy) también llevaron a cabo un paro de trabajo de tres horas, antes de convocar una manifestación en el centro de la ciudad para protestar contra las “medidas injustas y neoliberales” previstas en el presupuesto 2011.

El presupuesto prevé economías de 14.000 millones de euros, tras los ahorros ya efectuados en 2010 (de unos 9.100 millones). Esas medidas están previstas en un plan de saneamiento de la economía del país dictado por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI) a cambio de un préstamo a tres años de 110.000 millones de euros, concedido a Grecia en mayo pasado.

Para conseguir esos ahorros, el gobierno prevé un programa de restructuración de empresas públicas, cortes salariales en la función pública, endurecimiento de las medidas contra el fraude fiscal, así como privatizaciones que le reportarán al Estado 7.000 millones de euros en tres años.

Aunque se felicitaron por los esfuerzos de Grecia, la UE y el FMI pidieron al gobierno que acelere las reformas estructurales, que alimentan las tensiones sociales pero que son la condición para desbloquear en febrero el tercer tramo del préstamo, de 15.000 millones de euros.

“Las reformas se han retrasado demasiado”, indicó el Primer ministro Georges Papandreou en entrevista el miércoles al semanario Newsweek.

“Grecia es uno de los países más ricos del mundo, pero también uno de los peor administrados (…) la crisis reveló nuestras debilidades”, subrayó Papandreou.

Con una mayoría de 156 diputados socialistas sobre los 300 del parlamento monocameral, el gobierno de Papandreou debería ver aprobado sin problema el presupuesto, en la noche del miércoles al jueves.

Sin embargo, varios diputados del partido socialista en el poder, el Pasok, criticaron durante el debate parlamentario las nuevas medidas de austeridad, aunque apoyaron los esfuerzos del gobierno para sacar al país de la crisis.

“El apoyo no implica silencio (…), el presupuesto de 2011 tiene problemas y debilidades”, aseguró el miércoles Vasso Papandreou, una diputada del Pasok y ex ministra de precedentes gobiernos socialistas entre 1996 y 2004.

El presupuesto prevé una nueva reducción del déficit a 7,4% del Producto Interior Bruto (PIB) –9,4% actualmente– tras un descenso de seis puntos efectuado en 2010. La deuda pública debería ubicarse en 152,6% del PIB.

La inflación, que se disparó en los últimos meses (5,2% en octubre), debe ser reducida a 2,2% en 2011.

El próximo será el segundo año de recesión para Grecia con una caída del PIB prevista del 3%, lo que generará un nuevo aumento de la tasa de desempleo a 14,5%, contra 12,4% actualmente.