El proyecto de reforma migratoria que abría una vía para legalizar a centenares de miles de jóvenes indocumentados en Estados Unidos impulsado por la Casa Blanca fracasó este sábado al no superar una votación clave en el Senado.

La reforma, conocida como Dream Act, impulsada por el gobierno de Barack Obama, legisladores demócratas y numerosas organizaciones de defensa de los inmigrantes, logró 55 votos contra 41, menos de los 60 necesarios para que se clausurara el debate y pudiera ser sometida a votación.

Con esta derrota, el proyecto queda descartado en el futuro cercano, cuando faltan pocos días para que en enero comience a sesionar el nuevo Congreso con renovada presencia de los republicanos, que la adversan.

La ley buscaba proporcionar estatus migratorio condicional a las personas que llegaron a Estados Unidos antes de cumplir 16 años, bajo ciertas condiciones y que terminaran dos años de estudios superiores o se enrolaran en el Ejército, antes de intentar convertirse en ciudadanos.

La reforma habría favorecido inmediatamente a unos 726.000 jóvenes, según cálculos del Instituto de Política Migratoria.

Los republicanos rechazaban el Dream Act ya que alegaban que sus defectos permitirían que se beneficiaran dos millones de indocumentados, lo que equivaldría a una “amnistía”.