Por cerca de 90 minutos estuvieron en las dependencias de la institución penitenciaria, los fiscales Pablo Sabaj y Francisco Rojas, junto a personal de la Policía de Investigaciones recabando antecedentes por el fatídico incendio en la cárcel de San Miguel.

Según fuentes consultadas por La Radio, la diligencia apuntó a incautar documentos con las transcripciones de las comunicaciones de la Central de Control de Despacho de Gendarmería, el día de la tragedia, desde las 3:00 de la madrugada. Con ello se espera determinar la hora de alerta a Bomberos.

También los fiscales se llevaron informes de seguridad y manuales de contingencia que se debieron ocupar en aquella oportunidad.

A la salida del edificio de Gendarmería, ubicado en calle Rozas con Teatinos, el fiscal Sabaj se negó a entregar detalles de la indagatoria.

En tanto, sobre la eventual venta de drogas y celulares a los internos, por parte de funcionarios de Gendarmería, el presidente de los oficiales penitenciarios, José Maldonado, reconoció la situación, pero descartó relacionarla con los hechos ocurridos en San Miguel.

En el ámbito judicial, se confirmó que el Primer Juzgado de Garantía de Santiago, acogió a trámite la primera querella criminal por la tragedia, presentada el lunes recién pasado, por el abogado Carlos Quezada, a nombre de la familia del reo Diego Portugués (22), una de las víctimas en la Torre 5 del penal.