Los países de la OTAN y Rusia estudiarán en su próxima cumbre del sábado en Lisboa unir sus sistemas de defensa antimisiles, anunció el lunes el secretario general de la Alianza Atlántica.

“En la próxima cumbre OTAN-Rusia se lanzará un estudio conjunto sobre la forma de instalar una defensa antimisiles común”, declaró en Bruselas Anders Fogh Rasmussen, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

“Esto demuestra claramente que nuestro sistema de defensa antimisiles no está dirigido contra Rusia”, agregó Rasmussen, en respuesta a los temores que Moscú ha expresado repetidamente en los últimos años.

Los dirigentes de los 28 países de la OTAN y el presidente ruso, Dimitri Medvedev, celebrarán el sábado en Lisboa una reunión, justo después de una cumbre de la Alianza Atlántica en la que se prevé que aprueben dotarse de un escudo antimisiles destinado a proteger Europa.

“De forma realista, pienso en una conexión entre ambos sistemas –de la OTAN y ruso– que permitiría un intercambio de datos”, subrayó Rasmussen, al ser interrogado sobre el tipo de unión entre ambas defensas.

Para el secretario general, la cumbre del sábado marcará “un nuevo punto de partida (de las relaciones) entre Rusia y la OTAN”, algo que reviste “una enorme importancia estratégica”.

“Si Rusia está amenazada, la amenaza procede de otras regiones del mundo y no de Occidente”, aseguró Rasmussen, excluyendo que la OTAN ataque en un futuro Rusia o viceversa.