La liga de Grecia de básquetbol, cuyo inicio se retrasó una semana por una huelga de los jugadores, continuó el domingo con la disputa de los partidos que estaban previstos para ese día, bajo una elevada protección policial y en el que compitieron extranjeros y suplentes.

En este contexto, el AEK de Atenas ganó al Ikaros Kallithea (81-72), en un partido que sólo pudo comenzar tras la intervención de la policía antidisturbios para evacuar a los huelguistas, que realizaron una sentada de protesta.

En Salónica, la policía decidió vaciar las tribunas de todos los espectadores después de que el colegiado estimara que eran demasiado ruidosos para ver ganar al Iraklis, su equipo, frente al Penellinios de Atenas (82-81).

Los otros dos duelos del domingo, Marousi-Panionios y Kolossos-Panellinion Rhodes se desarrollaron sin incidentes.

El sábado, el PAOK de Salónica sólo pudo alinear a cinco jugadores extranjeros frente al Panathinaikos de Atenas.

Los jugadores griegos están en huelga para obtener que sus clubes respeten sus compromisos salariales y que el gobierno aplique la legislación sobre sus seguros. La liga griega amenazó a los jugadores en huelga con duros castigos en forma de multas, e incluso con anulaciones de sus contratos.

La asociación de jugadores profesionales griegos debe decidir esta semana si continúa con el movimiento de protesta y con los paros.