El presidente de Bolivia, Evo Morales, llamó este jueves a su par de Estados Unidos, Barack Obama, a “que no cometa un error histórico” de permitir la vigencia de la ley antiinmigantes de Arizona “de castigo racial, inhumano” a los latinoamericanos.

Evo Morales

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“Como originario de esta noble tierra tengo cierta autoridad para pedir al presidente Obama que no cometa un error histórico de permitir estas normas de discriminación, de marginación y, sobre todo, de castigo racial, inhumano a los latinoamericanos”, dijo Morales en una rueda de prensa en la casa de Gobierno.

Morales leyó en la ocasión una carta que envió a Obama -a quien le recuerda su origen afroamericano- a propósito de la ley antiimigrantes en Arizona.

“Yo no se qué pensaría su padre, que fue inmigrante, si sintiera que ahora no podría vivir ni trabajar en Estados Unidos”, le reprochó en la nota.

El gobernante boliviano, que evoca con frecuencia sus padecimientos por su origen indígena, escribió a Obama: “no debe olvidar usted el origen migrante de sus padres y hacer esfuerzos para impedir que continúe en vigor en el estado de Arizona la injusta y más dura ley migratoria de los Estados Unidos”.

“Estados Unidos pregona la justicia social, habla de libre circulación, negocios y mercado, sin embargo castiga al ser humano, en este caso a los latinoamericanos que tanto esfuerzo y trabajo brindan para aportar y apoyar al desarrollo de su país”, señaló Morales.

“Usted no puede permitir que el racismo se mantenga en su país”, dijo Morales y destacó el rol de los migrantes en el desarrollo de Estados Unidos.

Según el mandatario, “la vigencia de la ley Arizona, sumada a la Directiva del Retorno Voluntario, que empezó a regir en la Unión Europea, pondrá en una situación difícil a millones de seres humanos” y consideró que la aplicación de esa ley “pretende revivir en pleno siglo XXI el apartheid de discriminación política, económica, cultural, social y racial contra los latinoamericanos”.

La nota concluye con la advertencia de que “está en sus manos evitar que en su país retornen los oscuros días de persecución por el color de la piel y el origen racial”.

Bolivia y Estados Unidos mantienen ríspidas relaciones a causa de la expulsión en 2008 del embajador estadounidense en La Paz y de la oficina de la DEA, a quienes responsabilizó de conspirar contra su gobierno.