El balance de los incendios forestales que siguen ardiendo en Rusia pasó de 40 a 48 muertos, informó el miércoles el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia.

“Murieron un total de 48 personas”, declaró el ministerio en un boletín de información emitido por la mañana.

Se trata de personas que murieron en las aldeas devastadas por el fuego en días precedentes y cuyos cuerpos fueron descubiertos en el registro de los escombros, precisó el ministerio.

Tres cuerpos fueron descubiertos en la región de Moscú, dos en la zona de Nishni Novgorod (500 km al este), una de la región de Voronesh (500 km al sureste), una en Riazan (200 km al sur de la capital) y una en la región de Ivanovo (300 km al noreste).

Mientras el balance de muertos no dejaba de aumentar, el presidente ruso Dimitri Medvedev interrumpió el miércoles sus vacaciones a orillas del mar Negro para reunirse en Moscú con el Consejo de Seguridad del país.

Por su parte, el primer ministro Vladimir Putin, que multiplicó las intervenciones desde el viernes, se desplazó por su parte a la región de Voronesh para alentar a los equipos que luchan contra el fuego.

Decenas de miles de bomberos, militares y socorristas continúan luchando contra las llamas que devastan miles de hectáreas en la parte occidental del país, golpeada desde principios de julio por una ola de calor sin precedentes.