Por más que nuestros vecinos crean que los astros se encuentran y se alinean a favor de su máximo ídolo futbolístico, los hechos y los resultados terminan por ser más tajantes que los sueños de muchos “diegoadictos”.

Diego

Imagen: AFA

Hay que ser honestos, Maradona antes de asumir la banca de Argentina sumaba un par de experiencias como técnico sin mucho éxito, lo de Mandiyú de Corrientes primero y luego lo de Racing, sólo mostraron que tras su gran talento futbolístico había un montón de limitaciones como estratega y que lo suyo podía sólo podía alcanzar a ser motivacional.

Argentina de la mano de Maradona apenas y alcanzó a ser un grupo de jugadores en busca de rumbo, un “ montón “ de individualidades buscando formar un equipo, lamentablemente para ellos, eso sólo les sirvió para llegar al mundial a última hora y en Sudáfrica conseguir un papel decoroso hasta cuartos de final, donde terminaron aplastados por el tractor alemán.

El presidente de la AFA, Julio Grondona, se sacó la máscara y buscó una forma de deshacerse de Maradona, no sé si lo quiso alguna vez en el puesto, lo claro es que entre ellos la amistad nunca fue fluida y era más bien una relación de intereses. Lo complejo para Grondona es que sacarse al Diego no era fácil, el respaldo popular a una figura histórica y la cercanía de Maradona con los jugadores complicaban el escenario, pero Maradona, que nunca fue bueno para negociar cometió un error, volvió a poner en el tapete a Ruggeri y ahí se equivocó, el tema de su cuerpo técnico fue siempre sensible en Ezeiza, era claro que Héctor Enrique y Alejandro Mancuso hacían el trabajo sucio y Maradona les prestaba ropa, pero en la AFA se aburrieron y le pidieron al Diego reestructurar su equipo, pero claro, sin que Ruggeri fuese siquiera alternativa debido a su distancia con don Julio.

El resto es historia. Maradona anunció a los cuatro vientos que no dejaría que le tocaran a nadie de su staff y en AFA decidieron bajarle la cortina a su breve proceso. Ahora habrá que esperar al reemplazante, pero en Argentina extraviaron no sólo el rumbo futbolístico, también la orgánica y mientras no cambien las estructuras más profundas no bastará con buenos jugadores, incluido el mejor del mundo como Messi. Hace rato que en el fútbol no se gana sólo con la camiseta.