El CEO de Apple Steve Jobs

El CEO de Apple Steve Jobs

Si bien trabajar en una de las empresas más prestigiosas y populares del mundo como Apple es el sueño de muchos, en un artículo publicado por The Times los ex empleados del CEO Steve Jobs, quienes fueron entrenados para “cambiar el mundo”, dan cuenta de que no todo es un parque de diversiones al interior de la manzanita.

Como informaron en Diario Ti, la organización que fabrica el smartphone más venerado del planeta, el iPhone, se maneja en torno a un secretismo casi extremo y las decisiones más mínimas no se concretan sin antes pasar por las manos de Jobs.

Lo anterior tiene estrecha relación con el “Código del Silencio”, comparado con el de la mafia, que castiga firmemente a aquellos chismosos que comentan de más sobre las nuevas ideas y lanzamientos, lo que incluso lleva a prácticas poco comunes como desinformar a conciencia a los empleados con tal de identificar a los que no están cumpliendo con las reglas.

Sin embargo, más allá de la mordaza que imponen a sus trabajadores, la empresa se sostiene sobre el pilar fundamental que representa Jobs, a quien caracterizan como un individuo sumamente controlador de los procesos productivos y las personas. Además, afirman que está pendiente desde los procesos más pequeños -como el diseño y materiales de los envoltorios de sus gadgets- hasta las animaciones de los sistemas operativos.

Según Chad Little, un ex empleado de Apple quien actualmente trabaja paa Facebook, antes de firmar contrato los interesados deben saber que no deben contar detalles de su labor a sus cónyuges, no pueden dar charlas o conferencias ni mucho menos dejar a la vista las maquetas de los productos.

Pero, sobre todo, ese compromiso con la manzanita se siente en la preparación previa al lanzamiento de un nuevo dispositivo: “Ahí, el compromiso de los empleados adquiere un carácter casi religioso” y, de ser necesario, se encierran a realizar sus funciones hasta 16 horas diarias con tal de que esté todo dispuesto para el gran día. Aunque, según Little, lo mejor es cuando “te sientas en la cafetería con tus colegas para disfrutar del evento; es un sentimiento fantástico”.

Muchos se preguntarán ¿Y qué ganarán con todo esto? La mayoría debe presumir que los trabajadores tienen muchas regalías producto de su gran esfuerzo. Pero eso no es así. De acuerdo a Chad, los empleados deben pagar todo lo que consumen en la cafetería -que, por cierto, asegura que no es barata- y también por ingresar al gimnasio.

Incluso, una de las pocas cosas que los favorece por el hecho de trabajar allí es recibir descuentos en algunos dispositivos -25% para una Machintosh al año y 50% para adquirir un sistema operativo-.

Consultado por esta situación específica, el ex empleado confidenció que en una oportunidad un colega le preguntó a su jefe por qué no tenían más beneficios, a lo que Jobs contestó: “Mi trabajo es que suba el valor de las acciones de la empresa, para que puedas tener cómo comprar los productos que fabricamos”.