El presidente sirio Bachar al-Assad llegó este viernes a Caracas para reunirse con su par venezolano Hugo Chávez, en la primera escala de una inédita gira por América Latina que busca estrechar lazos económicos con países de la región.

Asad fue recibido con honores en el aeropuerto internacional de Caracas por el vicepresidente Elías Jaua, mientras Chávez participaba en Ecuador en la cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (Alba).

El presidente sirio será recibido el sábado a mediodía en el palacio presidencial de Miraflores, donde después de una reunión privada con Chávez está prevista una firma de acuerdos principalmente de transferencia tecnológica y energética, según medios venezolanos oficiales.

A finales de 2009, los 2 gobiernos firmaron varios convenios para estrechar su relación, entre ellos uno sobre la construcción de una refinería común en Siria con capacidad para procesar 140.000 barriles de petróleo por día.

Venezuela es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Siria es un productor de crudo, pero no hace parte de ese bloque.

La última vez que Chávez y Asad se reunieron fue en septiembre de 2009 en Damasco. Chávez ya había visitado Siria en 2006.

El viaje está destinado a “reforzar los vínculos económicos” con los países de la región, “en particular con los inmigrantes de origen sirio”, según dijo en Damasco un diplomático occidental que no quiso revelar su identidad.

La agencia oficial siria Sana indicó de su lado que “las relaciones bilaterales y los acontecimientos en Oriente Medio y América Latina” estarán en el centro de las discusiones.

La vista de Asad a América Latina continuará en Cuba, a donde viajará el domingo para ser recibido por el presidente Raúl Castro. Estos 2 países figuran en una “lista negra” de países “que apoyan el terrorismo”, según el departamento de Estado norteamericano.

Después de Cuba, Asad viajará a Brasil y Argentina, donde hay importantes poblaciones de origen sirio al igual que en Venezuela.

Asad cerrará su gira en Argentina el 2 y 3 de julio. En su agenda están previstas una reunión con la presidenta Cristina Kirchner y una visita al parlamento.