El italiano Marcello Lippi anunció este jueves, tras la derrota 3-2 ante Eslovaquia que decretó la eliminación de la Nazionale del Mundial 2010, que dejaba el cargo de seleccionador, haciendo una fuerte autocrítica y cargándose la responsabilidad del fracaso azzurro.

“Asumo toda la responsabilidad de lo que pasó. Le deseo lo mejor a mi sucesor y gracias por estos años”, fueron las palabras con las que Lippi se divorció de la Federación Italiana este mismo jueves, en caliente, tras la sorpresiva eliminación del vigente campeón mundial en Johannesburgo.

“Asumo todas las responsabilidades. Mi equipo tenía terror en las piernas, en la cabeza y en el corazón, y si no lo logramos como se necesitaba, es porque el entrenador no preparó el equipo de la forma correcta en el plano psicológico, físico y táctico, pero sobre todo en el psicológico”, afirmó.

“Estoy decepcionado por el deporte italiano, los jugadores, la Federación, todo el mundo”, dijo con voz amarga el ex entrenador de la Juventus de Turín.

“Hoy, no preparé el equipo de manera suficiente. Me disgusta matar mi relación con la Federación de esta manera. No digo que íbamos a ganar el Mundial, pero al menos hacer algo diferente”, dijo Lippi.