Varias decenas de miles de israelíes participaron el viernes en la fiesta de la Gay Pride anual de Tel Aviv, organizada desde 1998 bajo los auspicios de la municipalidad.

Bajo un calor tórrido, ‘drag queens’, militantes de derechos humanos y cívicos, homosexuales de ambos sexos con vestimentas provocativas y heterosexuales en pareja o en familia marcharon por las calles de la ciudad balnearia agitando banderas con los colores del arcoiris y de Israel al son de la música.

Según la prensa israelí, unas 100.000 personas participaron en el desfile, un récord de afluencia para este acontecimiento cuya divisa es el versículo bíblico “tu amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Importantes fuerzas de policía fueron desplegadas para proteger a los manifestantes, mientras que varias grandes arterias de la ciudad fueron cerradas

Contrariamente a Jerusalén, Tel Aviv tiene la fama de ser una ciudad muy liberal desde el punto de vista de las costumbres.

Pese a la hostilidad que los homosexuales, en especial masculinos, causan en los círculos religiosos en Israel, la homosexualidad ya no es penalizada desde 1988 y algunos derechos de las parejas gays o lesbianas son reconocidos por los tribunales.