Luego de una dura polémica por el exceso de estudiantes que se trasladan en los buses de la fundación Juan XXIII de Los Ángeles, la entidad reconoció que muchas veces el transporte viaja sobrepasado al establecimiento camino a Antuco.

La denuncia fue realizada por los preocupados padres quienes advirtieron que los buses que llevan a los estudiantes recorren la ciudad totalmente colapsados, donde suben cerca de 90 jóvenes a los móviles que tienen capacidad para 45 personas.

Ante esto, el sacerdote Ramón Henríquez, a cargo de la fundación, reconoció que los traslados al colegio Padre Hurtado, que por estos días alberga también al San Rafael, los realizan sobrepasados, lo que justificó diciendo que también ocurre en el transporte urbano.

Y agregó que ya compraron 2 buses más para aumentar la flota de buses, lo que ayudaría a disminuir los riesgos en el transporte de estudiantes.

El sacerdote pidió además a los apoderados que hagan lo posible por descongestionar los buses, llevando por sus propios medios a los alumnos, lo que a su juicio ayudaría a disminuir los riesgos de accidentes.