El Ministro de Salud le declaró “la guerra” al tabaquismo, y anunció que la brújula de su cartera apunta a la prevención de amenazas como ésta, cuyos trastornos asociados, le cuestan al Estado un sexto del presupuesto total de salud.
Más de 1.100 millones de dólares gasta el Estado chileno en el tratamiento de enfermedades asociadas al tabaquismo. Dinero que cada vez es más escaso, ya que si bien los chilenos están viviendo más años, se están enfermando más.
Por eso, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunció una batería de proyectos a largo y corto plazo para luchar contra los cuatro vicios que le están quitando la salud a los chilenos: la obesidad, el tabaquismo, el alcoholismo y las enfermedades mentales.
Para la autoridad, futuras metas de su cartera están dirigidas a la prevención de estos males.
El trabajo contra la obesidad y las enfermedades mentales ya comenzó a delinearse a través de las Escuelas Saludables, junto al Ministerio de Educación, y los ambientes laborales saludables, de la mano de la Ministra del Trabajo.
En cuanto al alcoholismo alentó el impuesto adicional a la graduación alcohólica y mayores sanciones a los conductores que manejen bajo la influencia el alcohol.
Pero el énfasis lo puso en el tabaquismo, que no sólo afecta a quien lo sufre sino a quienes están en su entorno como fumadores pasivos.
El ministro se mostró a favor de subir los impuestos y promocionar los espacios libres de humo de cigarrillos.
Al respecto, el cardiólogo uruguayo Edgardo Sandoya, presentó el éxito de la política de su país con la prohibición total de fumar en espacios cerrados, lo que disminuyó los casos de Infarto Agudo al Miocardio en gente joven.
Por otro lado, el asesor legal de la Unión Internacional Contra la Tuberculosis y Enfermedades Respiratorias resaltó que no existe el “derecho a fumar”.
Desde el Gobierno se manifestaron de acuerdo con el aumento del impuesto al tabaco, ya que esta medida desincentiva la adicción.