Irán, Turquía y Brasil firmaron este lunes un acuerdo para el canje de uranio iraní por combustible nuclear enriquecido a 20% en territorio turco, a fin de superar la crisis con las grandes potencias desencadenada por la política de enriquecimiento de uranio de Teherán.

Este acuerdo, fruto de una mediación brasileña y turca, fue firmado por los ministros de Relaciones Exteriores de los tres países en presencia de los presidentes de Irán, Mahmud Ahmadinejad, de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, y del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan.

Este proyecto prevé fundamentalmente el envío a Turquía por Irán de 1.200 kilos de su uranio débilmente enriquecido (3,5%), donde será cambiado en el plazo máximo de un año contra 120 kilos de combustible enriquecido a 20% necesario para el reactor de investigación nuclear de Teherán, señaló el portavoz de la cancillería iraní, Ramin Mehmanparast.

Sin embargo, de acuerdo con la agencia de noticias oficial IRNA, Mehmanparast precisó que “Irán continuará enriqueciendo uranio a 20% en su territorio”.

En febrero pasado, Irán lanzó la producción de uranio enriquecido a 20%, lo que aceleró la movilización de los países occidentales y de Rusia para hacer adoptar nuevas sanciones por el Consejo de Seguridad de la ONU.

Israel, enemigo jurado de Irán, denunció inmediatamente las “maniobras” de las autoridades iraníes.

“Los iraníes manipularon a Turquía y Brasil”, declaró a la AFP un alto responsable israelí que solicitó el anonimato.

Un portavoz de la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, consideró que dicho acuerdo “no responde a todas las inquietudes” de la comunidad internacional.

Por su parte, el presidente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy, sostuvo que “nuestra posición no ha cambiado: estamos muy preocupados por el programa nuclear iraní”.

Rusia y China, miembros permanentes con derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, todavía no reaccionaron.

La comunidad internacional teme que Irán, a pesar de sus desmentidos, trate de dotarse del arma nuclear, y amenazó a la República Islámica con nuevas sanciones si continúa su política de enriquecimiento, que se aceleró en los últimos meses.

Según el portavoz iraní, la propuesta de los tres países será comunicada en un plazo de una semana a la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).

Si las grandes potencias aceptan esta propuesta, “Irán enviará en un plazo de un mes 1.200 kilos de su uranio débilmente enriquecido a Turquía”, agregó.

Ahmadinejad sostuvo que espera que las grandes potencias “aceptarán discutir con honestidad, respeto y justicia” con Irán luego de esta propuesta.

El canciller turco consideró, luego de este acuerdo, que “ya no hay necesidad de sanciones” contra Irán.

El ministro de Relaciones Exteriores brasileño, Celso Amorim, sostuvo que la propuesta demuestra que “todavía priman la diplomacia y la negociación”, destacando que este acuerdo “reconoce el derecho de Irán de utilizar con fines pacíficos la tecnología nuclear y el enriquecimiento de uranio”.

El director de la Organización iraní de Energía Atómica, Ali Akbar Salehi, dijo por su parte que la pelota está ahora en el campo de los países occidentales.

“Al aceptar la propuesta turca y brasileña, Irán demostró su buena voluntad. Ahora la pelota está en el campo de los occidentales, y el grupo de Viena (Estados Unidos, Rusia y Francia) debe dar una respuesta adecuada a la oferta de cooperación de Irán”, declaró, citado por la agencia oficial IRNA.