Al menos 13 civiles murieron el miércoles en un atentado en un feudo talibán del sur de Afganistán, cerca de Kandahar, donde la coalición extranjera prepara una ofensiva considerada por el jefe de Estado Mayor de Estados Unidos como la “piedra angular” de la guerra contra los islamistas.
“Al menos 13 personas murieron” y unas cuarenta resultaron heridas en el atentado, cometido en un mercado de la provincia de Helmand, indicó a la AFP un portavoz de la OTAN.
Todo indica que se trata de una bomba de fabricación casera, en la medida en que por el momento nada sugiere la presencia de un kamikaze”, precisó el portavoz.
El explosivo estaba instalado en una bicicleta y fue activado a distancia, precisó el ministro afgano del Interior.
Las víctimas son agricultores, llegados a una localidad rural cerca de Lashkar Gah, capital de la provincia, para recibir gratuitamente semillas, precisó a la AFP Daud Ahamadi, portavoz del gobierno.
Estas distribuciones tienen por objeto ofrecer alternativas al cultivo de la adormidera, muy extendida en este valle fértil, controlado por los traficantes de opio y los insurgentes.
Según el portavoz, el atentado provocó 13 muertos y 45 heridos, entre los cuales varios niños y un policía. Veintiséis de ellos fueron evacuados hacia Lashkar Gah, los otros a una base militar de la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia y Seguridad, al mando de la OTAN), precisó.
La ISAF precisó haber evacuado por helicóptero a 40 heridos, 32 de ellos en estado grave, hacia centros de atención regional, entre ellos Camp Bastion, la base británica situada en Helmand.
El atentado se produjo al día siguiente de la visita del almirante Michael Mullen, jefe del Estado Mayor conjunto estadounidense, a la localidad de Marjah, epicentro de la ofensiva aliada en la provincia de Helmand, vecina a la de Kandahar.
“Kandahar es nuestro objetivo a partir de ahora. Es la piedra angular para invertir la dinámica de los talibanes”, declaró el almirante Mullen en una conferencia de prensa el miércoles en Kabul.
“Las próximas operaciones tendrán lugar allí”, añadió.
Mullen se había reunido el martes con los habitantes de Marjah, hartos de la falta de seguridad y de la lentitud de las ayudas prometidas. Est distrito es el eje de la operación Mushtarak (“JUntos”), iniciada el 13 de febrero con medios militares considerables: 15.000 soldados de la OTAN y del ejército afgano.
Hasta el momento, las tropas aliadas han conseguido tomar el control de este distrito rural, pero no han eliminado completamente la presencia de los talibanes, que se mezclaron entre la población o huyeron a las montañas o a las provincias colindantes.
“Kandahar no es Marjha y lo sabemos bien”, destacó el almirante Mullen, refiriéndose a la diferencia de los dos teatros de operaciones, el primero rural y el segundo esencialmente urbano.
En Kandahar, las operaciones militares destinadas a preparar el terreno ya comenzaron pero el punto culminante de la ofensiva está previsto para junio, según Washington.
La visita del almirante Mullen se produce unos días después de la del presidenre Barack Obama, quien el domingo en Kabul se reunió con el presidente Hamid Karzai y con las tropas estadounidenses en la base de Bagram, al norte de la capital.