Una misión humanitaria que recogió este domingo al soldado Josué Daniel Calvo, entregado por la guerrilla de las FARC, espera ahora conseguir la liberación del cabo Pablo Emilio Moncayo, el rehén más antiguo de ese grupo rebelde.

Calvo, de 22 años, secuestrado en abril de 2009, se reencontró con su padre y su hermana, así como con otros familiares, en el aeropuerto de Villavicencio (130 km al sureste de Bogotá).

Aunque se había indicado que se encontraba enfermo y era esperado con una silla de ruedas, el joven caminó por la pista del aeropuerto sin ayuda.

Calvo estuvo reunido por cerca de una hora con su familia en un lugar privado del aeropuerto de Villavicencio y declinó dar ninguna declaración a la prensa.

Sobre su estado de salud, la senadora opositora Piedad Córdoba, quien gestionó su liberación, dijo que “pensábamos que iba a estar en peores condiciones”.

“Viene con una rodilla mala producto del tiroteo” que hubo durante el enfrentamiento del Ejército y las FARC en el cual fue secuestrado. “Se mareó en el vuelo y vomitó bastante”, señaló Córdoba.

Calvo fue entregado por las FARC a una misión humanitaria integrada por la senadora Córdoba y delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja y de la Iglesia católica colombiana.

La liberación de Calvo, así como la del cabo Moncayo, fue anunciada por las FARC hace once meses, pero hasta ahora había sido postergada en varias oportunidades.

Sin embargo, Córdoba aseguró el domingo que “no hay ninguna posibilidad de que se paralice la entrega de Moncayo el martes”.

También el CICR reiteró que en dos días se efectuará el segundo operativo para recoger a Moncayo.

“El próximo 30 de marzo se tiene previsto efectuar la liberación del cabo Pablo Emilio Moncayo, según lo anunciado por las FARC-EP”, indicó un comunicado del organismo internacional.

El operativo para la liberación de Moncayo, que facilita el gobierno de Brasil con dos helicópteros de la Fuerza Aérea, debe llevarse a cabo el próximo 30 de marzo desde el aeropuerto de Florencia (580 km al sur de Bogotá).

Moncayo, de 31 años, fue secuestrado por las FARC en diciembre de 1997 y es el rehén más antiguo de esa guerrilla. Su padre, Gustavo Moncayo, se ha hecho célebre porque desde hace años lleva cadenas y realiza caminatas para pedir su libertad.

Según monseñor Leonardo Gómez, miembro de la misión humanitaria, los guerrilleros que entregaron a Calvo “insistieron mucho en que estas fueron liberaciones unilaterales, pero esperan una respuesta positiva del gobierno (del presidente Alvaro Uribe) para un intercambio humanitario”.

Estos dos militares forman parte de un grupo de 23 uniformados que las FARC ha planteado canjear por unos 500 de sus guerrilleros presos, lo que hasta ahora rechaza el gobierno.

En la operación de este domingo, la senadora Córdoba entregó a la guerrilla cartas, fotos y videos que sus familiares enviaron a los que quedan en cautiverio. Sin embargo, indicó que no había traído nada a cambio.

“No trajimos absolutamente nada, ni pruebas de vida ni nada”, dijo en una breve rueda de prensa.

La senadora Córdoba denunció que sobrevuelos realizados en el área de la liberación pusieron en peligro el operativo y pidió que se eviten situaciones de ese tipo de cara a la próxima entrega de Moncayo.

“Fue una circunstancia un poco difícil (…) Son cosas que vamos a hablar con el alto comisionado para la paz (Frank Pearl) para evitar que el día de mañana de pronto tengamos alguna noticia de que se paraliza” la siguiente liberación, dijo la congresista.

Posteriormente, Pearl detalló que hubo algunos sobrevuelos, pero no de aviones militares, sino comerciales y a una altura que se considera no peligrosa.