El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, consideró este jueves que hubo progresos en el encuentro que mantuvo en la Casa Blanca con el presidente estadounidense Barack Obama.

“Hemos encontrado el punto medio entre la política tradicional seguida por todos los gobiernos de Israel y nuestra voluntad de hallar la forma de reactivar el proceso de paz. Se puede decir que hemos progresado”, declaró Netanyahu a la radio militar poco antes de partir de Washington.

Se refería a la reciente autorización de su ejecutivo para la construcción de nuevas viviendas en los barrios israelíes de Jerusalén Este anexionado, al igual que hicieron en el pasado otros gobiernos israelíes.

Los medios de comunicación israelíes estiman, por el contrario, que la visita de Netanyahu se saldó con un estrepitoso fracaso y no logró zanjar la crisis diplomática con Estados Unidos.

Un portavoz de la Casa Blanca reconoció que las reuniones no habían permitido resolver todos los “desacuerdos”.

Las relaciones entre los dos países son críticas desde que Israel anunció la construcción de viviendas en Jerusalén Este, cuya anexión no reconoce la comunidad internacional.

Israel considera la Ciudad Santa como su capital “indivisible y eterna” y los palestinos quieren establecer la capital de su futuro Estado en Jerusalén Este.